Planes para una escapada rural en verano en Girona

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Si estás buscando un destino perfecto para desconectar este verano, Girona es una opción que lo tiene todo: naturaleza, mar, montaña y una rica tradición cultural. Una escapada rural a esta provincia catalana te permitirá descubrir rincones con encanto, hacer rutas inolvidables y disfrutar de la tranquilidad que solo los pequeños pueblos pueden ofrecer. A continuación, te contamos qué hacer en verano en Girona para aprovechar al máximo tu escapada.

La provincia de Girona está salpicada de pueblos que parecen sacados de un cuento. Besalú, con su imponente puente medieval sobre el río Fluvià, es una parada obligatoria. Pasear por sus calles empedradas es como retroceder en el tiempo. Muy cerca, Santa Pau, en pleno corazón de la Garrotxa, combina arquitectura medieval con paisajes volcánicos impresionantes.

Otro pueblo que no puede faltar en tu ruta es Peratallada, en el Baix Empordà. Su nombre ya lo dice todo: está literalmente “tallado en piedra”. Sus casas, calles y murallas de origen medieval están perfectamente conservadas, y es ideal para perderse durante una tarde de verano.

Los amantes del senderismo y la naturaleza encontrarán en Girona un paraíso. El Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa ofrece rutas entre cráteres inactivos y bosques de hayas como el famoso hayedo de Jordà. Las rutas están bien señalizadas y son aptas para todos los niveles.

Otra opción es la Vía Verde del Carrilet, una antigua vía de tren reconvertida en sendero que une Olot con Girona y continúa hasta la Costa Brava. Puedes recorrerla en bicicleta o a pie, disfrutando de paisajes rurales, pequeños pueblos y campos cultivados.

Aunque el interior de Girona es ideal para una escapada rural, su costa no se queda atrás. La Costa Brava es famosa por sus aguas cristalinas, calas escondidas y pueblos marineros con mucho encanto. Desde tu alojamiento rural, puedes planear una excursión a localidades como Calella de Palafrugell, Llafranc o Tamariu. Aquí, además de disfrutar de la playa, puedes practicar snorkel, kayak o simplemente relajarte al sol.

El Camino de Ronda, una senda costera que recorre buena parte del litoral, es perfecto para una caminata al atardecer. Las vistas al mar Mediterráneo y el aroma de los pinos te acompañarán durante todo el recorrido.

Una escapada rural en verano a Girona es mucho más que unas vacaciones: es reconectar con la naturaleza, descubrir pueblos con historia, caminar por senderos mágicos y disfrutar de la buena vida. Ya sea en la montaña, entre volcanes o junto al mar, Girona te ofrece el equilibrio perfecto entre aventura y tranquilidad.