Pago de Yuste Apartamento I

Pago de Yuste se encuentra en una finca de tres hectáreas en plena naturaleza, en el término municipal de Cuacos de Yuste, con espectaculares vistas de la Sierra de Gredos, de la Sierra de Tormantos y del Campo Arañuelo. Se encuentra a unos 100 metros de un arroyo, por lo que se puede escuchar el agradable discurrir del agua en otoño e invierno.

La casa rural dispone de varios apartamentos, cada uno con su porche independiente, para mayor intimidad.

Cada apartamento cuenta con estufa de leña para hacer más agradable la estancia en los días de otoño e invierno, y con aparato de aire acondicionado para las calurosas tardes de verano.
Cocina, salón y comedor en la misma estancia, con un cómodo sofá-cama y televisión inteligente de 32 pulgadas. Baño con secador, toallas de mano y ducha. En los dormitorios, cama de matrimonio y su correspondiente juego de sábanas. En el armario empotrado encuentras una plancha, mantas y varias almohadas de diferentes alturas, que garantizarán el descanso. En la cocina, vitrocerámica, nevera y microondas, así como todo el menaje necesario para cocinar y comer con comodidad, cazuelas, sartenes, batidora y exprimidor para degustar ricos zumos naturales de nuestros naranjos.

La finca es un refugio de fauna endémica autóctona: carboneros, abubillas, lavanderas, tordos, rabilargos, perdices, eslizones, salamanquesas... Cuenta con una zona de robledal y castaños centenarios, bajo cuya sombra podrás disfrutar de un buen libro o de una agradable charla. una zona de pradera y roquedo y otra zona de bancales con frutales.

Además, para disfrute de nuestros huéspedes, un gallinero que hará las delicias de pequeños y grandes, sobre todo degustando los sabrosos huevos ecológicos que nos ofrecen nuestras felices gallinas.

En la distancia podrás oír el rápido tintineo de las cabras y escuchar y observar una buena muestra de la avifauna autóctona, abubillas, oropéndolas, arrendajos, herrerillos y verderones, jilgueros, mirlos, tordos, rabilargos y perdices. En las noches de verano podrás escuchar el ulular del cuco o de la lechuza y si estás atento, podrás ver corretear conejos y liebres.

Anaranjados atardeceres en verano que se tornan rosas en invierno, aunque sin lugar a dudas, lo que más te sorprenderá, será el espectáculo que supone el increíble manto de estrellas del cielo despejado. Identificarás sin dificultad la Osa Mayor, el Cinturón de Orión, Venus estrechamente vinculada siempre a la Luna y vistosas lunas llenas que con su brillo te permitirán incluso pasear por la noche sin necesidad de linterna.