El Mirador del Castillo

Muy agradable en verano

Diego Fernández

Estuvimos una semana en agosto y quedamos muy sorprendidos desde el primer momento. El jardín, lo cuidado que está y lo amplio que es sorprende porque las fotos no le hacen justicia. Se nota mucho que su dueño, Miguel Ángel, lo cuida todos los días y se encarga de regar todas las plantas. Hay una gran viña en el exterior que da sombra a los bancos del comedero, por lo que si sois muchas personas no debéis preocuparos de la molestia del sol cuando estéis fuera. Hay una piscina prefabricada que es bastante grande para refrescarse cuando más calor hace y viene acompañada de bastantes tumbonas, red para jugar al bádminton o al voleibol y un par de porterías para pasar el rato. La finca está al final de una cuesta y tiene espacio suficiente para aparcar los coches. En el interior hay tres pisos aunque el de subsuelo está todavía en reformas. El salón-cocina es muy amplio y tiene espacio suficiente para las 12 personas. Nosotros pasamos mucho tiempo ahí haciendo uso del televisor. Hay tres baños junto a seis habitaciones, más que de sobra. Fuimos en plena ola de calor pero no pasamos excesivo calor, sólo fue necesario encender los ventiladores que nos prestó el dueño un par de veces (basta con bajar las persianas durante el día para que se mantenga lo suficientemente fresca la casa). De noche, por la zona que es, hace incluso frío pero las camas están bien equipadas. Se puede comer tanto dentro como fuera gracias a las amplias zonas para sentarse (dos mesas largas con banquetas fuera y una gran mesa con sillas en el interior). La cocina está equipada con lo necesario y hay una barbacoa grande que se puede utilizar en el exterior. Por las noches abríamos las ventanas (que tenían mosquiteras todas ellas) y corría el viento. Bajan tanto las temperaturas que al final te vale con volver a cerrar todo. El pueblo no tiene mercado, por lo que toca hacer la compra en Sigüenza, a 20 min. La casa está en un extremo, así que es fácil ver todo tipo de insectos y animales pequeños.

Caserón espectacular en plena naturaleza, aislada, muy cómoda: merece la pena!

Agustin Dols Lizondo

Estuvimos 6 personas durante 6 días a primeros de Agosto. La casa es espectacular, en plena naturaleza, en altura, la última del pueblo, con unas vistas estupendas a un castillo medieval con mucha historia e historias. La enredadera que la envuelve le da un aspecto especial. En el exterior dispone de un horno y barbacoa ( que utilizamos para hacernos unos chuletones!), una zona más recogida cubierta de enredadera y parra con mesas y bancos y al otro lado una zona verde, con hamacas y piscina, pequeña, suficiente para refrescarse, pues a pesar del calor del verano el agua estaba…muy fresca! El interior es minimalista: no siendo una casa antigua, los detalles evocadores y con mucho gusto te transportan a otra época. Nosotros utilizamos la casa como base de operaciones para recorrer la comarca tras el desayuno ( las mañanas son muy luminosas) y la disfrutamos más la tarde-noche. Puertas y ventanas provistas de mosquiteras indispensables porque con tanta vegetación en verano abundan los insectos. Pasamos algo de calor (tampoco excesivo), algo que el dueño ya tiene previsto solucionar para el verano que viene. Los electrodomésticos correctos, algo antiguos. Menaje, accesorios, ropa de cama, toallas… muy bien. Instalación eléctrica moderna. El dueño M.A. muy amable y servicial, habitaba cerca y un par de problemillas que tuvimos los solucionó rápidamente. Se notó su interés en que la estancia fuera agradable y en mejorar continuamente aspectos de la casa. El pueblo es muy pequeño y carece de servicios, así que para aprovisionarse hay que bajar a Sigüenza, a unos 20 minutos en coche, en un trayecto que repetíamos todos los dias en nuestro plan de visitas en la comarca así que eso no fue un gran problema para nosotros. En resumen nos valió la pena. Estuvimos muy tranquilos, muy cómodos, necesidades cubiertas y disfrutando del entorno. Puntuación global 4,5

Casa espectacular y anfitrión inmejorable

David Rodriguez-Barba Jimenez

La casa es simplemente espectacular: limpia, bien cuidada y con todos los detalles que hacen que la estancia sea perfecta. Pero lo mejor, sin duda, ha sido el trato con el propietario: cercano, atento y siempre dispuesto a ayudar en lo que necesitáramos. ¡Una experiencia de 10, totalmente recomendable!

Fantástica

Esther Martínez Tesoro

La casa es fantástica, muy bonita y cómoda. Tiene de todo. El dueño, Miguel Ángel, está muy pendiente y su trato es perfecto. Los alrededores son ideales para desconectar y descansar. Volveremos