Descubre Somontano

Descubre Somontano nace de la ilusión de dar una segunda vida a la casa de mis abuelos. Una casa que mi abuelo construyó con sus manos en 1983, para volver al pueblo que lo vio nacer. En ella, Lázaro y Manolita invirtieron todos los ahorros de su jubilación y, durante años, albergaron hermosos recuerdos familiares.
Hoy, nos alegra poder compartir con vosotros esta casa familiar, renovada con un estilo contemporáneo, muebles de madera maciza ecológica y una decoración seleccionada con cariño.
La casa se compone de dos pisos, patio trasero con barbacoa y ducha exterior, terraza y garaje. Dispone de aire acondicionado con bomba de calor, chimenea de leña, calefacción, agua caliente, WiFi por fibra óptica y smart TV de 50".

En la planta baja, la cocina está totalmente equipada y abierta al salón-comedor con una barra, haciendo de toda la planta un espacio diáfano. También hay un lavabo de cortesía.
La planta superior cuenta con cuatro habitaciones amplias, con capacidad para 9 personas. Tres de ellas tienen camas dobles y la otra una litera con cama doble debajo. Junto a las habitaciones hay un baño grande con ducha y dos lavabos. Contamos también con una cuna y dos tronas, para los más pequeños.
La carpintería es de aluminio con efecto madera. Las ventanas disponen de mosquiteras, lo cual permite dormir en verano con las ventanas abiertas, sabiendo que lo único que te despertará por la mañana serán los pájaros y el canto de los gallos.

Durante varios años, la perrita Linda vivió en la casa con mis abuelos. En honor a ellos, hemos decidido ser un alojamiento pet friendly

Torres de Alcanadre es un pueblo tranquilo, ubicado en el Somontano, entre campos de trigo y maíz. Un lugar donde los niños pueden correr libremente por la calle y donde parece que el tiempo se ha detenido.

Cuenta con una variedad de interesantes excursiones al alcance, al mismo tiempo que ofrece la posibilidad de sencillamente de relajarse y disfrutar de un ritmo de vida pausado, como dicen en Italia, 'il dolce far niente'.

En verano, el pueblo dispone de una piscina municipal. Además, el río Alcanadre tiene varios puntos donde darse un refrescante y pintoresco chapuzón, tanto en el tramo de Torres como en el de Pertusa.

Durante todo el año, se pueden realizar diferentes recorridos a pie. Uno de los más bonitos es el que lleva hasta la ermita de San Bartolomé, con una bella panorámica del río y los paisajes de alrededor. Además, la ausencia de contaminación lumínica permite disfrutar de un cielo nocturno repleto de estrellas e incluso, si os coincide, de una lluvia de estrellas.