Vive en una botella debajo del mar: así es el misterioso vino submarino

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05.09.2025

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Barco naufragado donde podría haber botellas de vino. Por marcodeepsub.
Barco naufragado donde podría haber botellas de vino. Por marcodeepsub.

El ser humano lleva mucho tiempo buscando qué tesoros reposan en el fondo del mar derivados de los barcos naufragados. En el imaginario colectivo, rápido aparecen ilusiones de cofres repletos de joyas o de monedas propiedad de los ricos pasajeros de esos navíos. Pero lo que pocos se podrían esperar era que las botellas de vino supervivientes a un hundimiento pudieran entrar en esa categoría de objetos valiosos. Sin embargo, en la actualidad, las bodegas submarinas producen caldos de calidad –el proceso se conoce como ‘aquaoir’– y despiertan mucho interés entre los aficionados al enoturismo.

Cómo surgió la idea

Botella bajo el mar. Por Por Nadin Faust/ generado por IA
Botella bajo el mar. Por Por Nadin Faust/ generado por IA

Una de las historias más conocidas sobre este tema data de 2010, cuando se descubrieron 47 botellas del afamado champán francés Veuve Clicquot del año 1840. Estaban en el mar Báltico, entre los restos de un barco que naufragó antes de llegar a Rusia, su destino. Cuatro años después, el dueño de la marca, Dominique Demarville, decidió llevar a cabo un experimento: sumergir en el mismo lugar donde se hallaron –la isla de Silverskär, en Äland (Finlandia)– unas botellas con las mismas características con vinos de su bodega para comprobar el proceso de envejecimiento. Así, comenzó un estudio cuyo resultado quizá tarde décadas en conocerse.

Bodegas españolas bajo el mar

Pero no solo las botellas de Veuve Clicquot envejecen en el mar: en España hay diversas bodegas submarinas en los mares que bañan sus costas. La elaboración de estos caldos requiere unas infraestructuras especiales, la colaboración de buzos profesionales y un seguimiento minucioso del proceso. El resultado demuestra que todos los esfuerzos merecen la pena. O, al menos, así lo afirman los enólogos que han dado su visto bueno a este tipo de crianza. 

Plentzia. Por jon_chica.
Plentzia. Por jon_chica.

Crusoe Treasure, en Plentzia (Vizcaya)

Una de las bodegas que opera en el Cantábrico es Crusoe Treasure, en la bahía de Plentzia (Vizcaya). Dio sus primeros pasos hace más de 15 años y es la primera bodega submarina situada en un arrecife artificial, a 24 metros de profundidad. Se valen de una estructura de hormigón y acero, que es lo suficientemente robusta para mantenerse firme pese al oleaje, aunque el dinamismo propio de este mar aporta unas cualidades especiales al vino. Estas se pueden comprobar en tierra firme o en la cata en barco por la bahía, después de conocer las particularidades del proyecto en el espacio que la firma tiene frente al puerto. 

Marevinum, en Ribadedeva (Asturias)

Este mar del norte de España también aloja las bodegas de Marevinum, en concreto en la ría de Tina Mayor, en el concejo de Ribadedeva (Asturias). Su primera remesa de vinos salió a la venta en el año 2017 y, desde entonces, su producción ha sido constante. Su proceso comienza en la selección hacendosa de la uva tras la vendimia, continúa con la maceración en madera de roble francés y, finalmente, se embotella y se sumerge en la bodega bajo el mar, donde está, como mínimo, medio año. El lacre con el que se sella cada botella está diseñado –en esta y en todas las firmas– para aguantar las condiciones submarinas. En este caso, cada una lleva un grabado a mano que la identifica.

Bodega submarina de Marevinum, en Asturias.
Por la bodega submarina de Marevinum, en Asturias.

Bodega Submarina del Mediterráneo (Alicante)

La Bodega Submarina del Mediterráneo se define como un proyecto de investigación I+D+i con la Universidad de Alicante. Sus instalaciones están en el Cabo de las Huertas de Alicante, a 24 metros de profundidad. Aunque las características de este mar son diferentes a las de la cornisa cantábrica, el proceso que se sigue es parecido, con un envejecimiento en el agua de un año. Según la revista Mar, editada por el Instituto Social de la Marina, el 10% de la producción de esta bodega se queda en tierra para comparar cómo evolucionan los vinos tanto en mar como en el exterior. El proceso de depósito y recogida de botellas en la estructura marina se realiza solamente diez días al año.

Bodega Submarina del Mediterráneo
Botellas que han estado bajo el mar. Por Bodega Submarina del Mediterráneo

Escaramujo Wines, en Estepona (Málaga)

En Estepona, Escaramujo Wines ofrece la oportunidad de disfrutar de una cata de sus vinos en alta mar. Partiendo del puerto del pueblo, el barco llega hasta la zona de su bodega para enseñar a los participantes el cultivo de bivalvos en mar abierto y cómo se lleva a cabo la guarda submarina del producto. Durante el viaje también se ofrecen ostras y zamburiñas, el vino submarino y algunos de sus caldos terrestres, para hacer una comparativa. 

Botellas de vino. Por Escaramujo Wines
Botellas de vino. Por Escaramujo Wines

Las botellas pasan meses dentro del agua a una profundidad que oscila entre los 20 y los 30 metros. En su superficie se asientan seres submarinos como escaramujos, estrellas de mar, esponjas, los mencionados bivalvos o corales. Algunos se calcifican y, por ello, cuando salen al exterior, los vidrios están recubiertos de una costra marina que sirve como ornamento. Es algo propio de todos los envasados de vinos de maduración submarina, pero las formas y los elementos dependen de las características de las aguas en las que hayan estado sumergidos.

Bodegas submarinas que prestan servicio

Pero no todas las bodegas elaboran sus propios vinos. Algunas ponen su estructura para que las empresas vitivinícolas maduren allí sus caldos, como en el caso de la Bodega Submarina de Canarias, en Porís de Abona. Sus instalaciones tienen capacidad para 8.000 botellas y están a una profundidad de unos 20 metros aproximadamente. Sin salir del archipiélago, en La Palma, está la bodega Vinos Tendal que, desde el año 2007, investiga la manera de envejecer vinos sin usar barricas de roble. Además, se han asociado con el club de submarinismo La cueva bonita para unir ambos mundos y realizar visitas de enoturismo bajo el mar.

Estos son solo algunos ejemplos, porque hay decenas de firmas dedicadas al ‘aquaoir’. Es un mundo aún por descubrir para aquellos que no están dentro de la cultura del vino pero les gusta una buena cata en el lugar donde se producen los caldos. Y, curiosamente, este también puede ser el mar.

Perfil Carmen López, periodista

Carmen López

Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.

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