Caldas de Reis, el pueblo con aguas termales en el lavadero público

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13.05.2025

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Vista panorámica del pueblo de Caldas de Reis (Pontevedra). Por Thewomanredhair/Wirestock Creators
Vista panorámica del pueblo de Caldas de Reis (Pontevedra). Por Thewomanredhair/Wirestock Creators

Los lavaderos públicos perduran en la mayoría de los pueblos como un vestigio del pasado. Algunos se conservan tal y como eran, otros han tenido que ser reformados para que no caigan en el olvido. Y es que estos espacios tenían una importante función social, más allá de servir para limpiar la ropa. Eran un punto de encuentro, sobre todo de mujeres, que creaban comunidad, compartían historias, consejos y saberes populares.

Hay lavaderos especiales por su arquitectura, forma, materiales utilizados, paneles interpretativos que recuerdan sus usos… y, también, por las propiedades de sus aguas. Es el caso del lavadero de Caldas de Reis, un pueblo de Pontevedra en el que el termalismo es su seña de identidad desde la época romana.

Dos balnearios en Caldas de Reis

Fuente en Caldas de Reis. Por Arousa
Fuente en Caldas de Reis. Por Arousa

El nombre del pueblo es bastante revelador sobre la importancia que tiene aquí el termalismo. Y es que “Caldas” procede del latín y significa “aguas calientes”. Con esta terminología se referían antiguamente a los manantiales que brotaban a altas temperaturas y que fueron apreciados desde la época romana.

Desde hace siglos, en Caldas de Reis el agua brota de las entrañas de la tierra, calentando los minerales que encuentra a su paso. De tal manera que surgen como sulfuradas cloruro-sódicas hipertermales, indicadas para afecciones de vías respiratorias, reumáticas, tópicas, ginecológicas e quirúrgicas.

Desde hace siglos, en Caldas de Reis el agua brota de las entrañas de la tierra, calentando los minerales que encuentra a su paso. De tal manera que surgen como sulfuradas cloruro-sódicas hipertermales

El aprovechamiento de estas aguas se hace, de forma privada, a través de dos balnearios de pago: el balneario Acuña, en un edificio de arquitectura gallega de principios del siglo XX; y el balneario Dávila, con un bonito cañaveral de bambú.

Una fuente termal… ¡de baño prohibido!

Una mujer haciendo el Camino de Santiago, a su paso por Caldas de Reis. Por Armando Oliveira
Una mujer haciendo el Camino de Santiago, a su paso por Caldas de Reis. Por Armando Oliveira

Junto a la entrada del hotel Balneario Dávila veremos unos pocos escalones que bajan a la fuente de Las Burgas, construida en el año 1881. Cuenta con dos caños opuestos con cabeza de león: de uno, salen aguas frías; del otro, aguas termales. Ideal como contraste.

Este punto es paso de peregrinos del Camino de Santiago Portugués. Además, es fin de etapa. Por eso, no es raro ver cómo muchos no dudan en descalzarse y relajarse poniendo sus pies a remojo en estas aguas calentitas. ¡No lo hagáis! Aunque incluso aparece recomendado en algunas guías del camino jacobeo, está prohibido mojarse los pies bajo pena de multa. Un cartel lo especifica, aunque a veces lo quitan. Pero ya sabes: el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento.

Así que lo único que podéis hacer en la fuente de Las Burgas es tocar el agua con las manos y realizar la llamada cura hidropínica, que es tomarla por vía oral. Sí, has leído bien, beber agua a altas temperaturas. Este tratamiento terapéutico se hace para aprovechar las propiedades del agua durante un periodo controlado de tiempo.

Baño termal gratis en el lavadero público

Puente romano en Caldas de Reis (Pontevedra). Por Arousa
Puente romano en Caldas de Reis (Pontevedra). Por Arousa

Si os apetece meter los pies o daros un baño de cuerpo entero en aguas termales y no queréis hacer un circuito en uno de los balnearios del pueblo, siempre podéis ir al lavadero público de Caldas de Reis. Está a pocos metros de la fuente de Las Burgas, en la calle Don Carlos García Bayón.

Era un lugar frecuentado por mujeres que hacían la colada con aguas calientes y termales. Tras la llegada masiva de las lavadoras a los hogares, en la actualidad es un espacio de recreo para relajarse en aguas sulfurosas, sódicas y alcalinas a una temperatura media de 23 grados. Se dice que sus propiedades son beneficiosas para tratar afecciones como el reumatismo, problemas cutáneos y dolencias respiratorias. Al ser un lavadero público, es gratis y accesible las 24 horas de los 365 días del año. ¡Todo un lujo en pleno centro de Caldas de Reis!

El tesoro de Caldas de Reis: la mayor acumulación de oro de la Prehistoria en Europa

Otra de las curiosidades de Caldas de Reis es que en este pequeño pueblo de Pontevedra se halló la mayor acumulación de oro que se conoce en la Prehistoria europea. Es un conjunto de 41 piezas de oro de gran pureza y de procedencia aluvial, que pesan unos 15 kilos. Hay aros de diferentes tamaños, fragmentos de barra, cuencos con asa lateral, una jarra, láminas decoradas y hasta un peine o peineta.

Iglesia de Santa María de Caldas de Reis. Por joserpizarro
Iglesia de Santa María de Caldas de Reis. Por joserpizarro

Unos labradores se encontraron de forma casual los objetos mientras hacían labores agrícolas en la finca de As Silgadas, en los años cuarenta del siglo XX, aunque vendieron una parte para su propio beneficio. Hoy, el tesoro del que queda constancia se exhibe en el Museo de Pontevedra.

Un paseo por Caldas de Reis, cultura y naturaleza

Si os habéis acercado a Caldas de Reis atraídos por el valor termal de la villa, no os vayáis sin dar un paseo por sus calles y conocer su patrimonio cultural y natural. La primera parada la haremos en la iglesia de Santa María, que fue reconstruida tras la destrucción del período de Almanzor.

Molinos de agua en Caldas de Reis. Por DGP
Molinos de agua en Caldas de Reis. Por DGP

Seguimos por su espectacular jardín botánico, un histórico e impresionante lugar verde que data del siglo XIV y suma nada menos que 23.000 metros cuadrados. Alberga plantas procedentes de los cinco continentes, entre las que destacan una gran colección de camelias y unos robles colocados de forma paralela al río.

Muy cerca de Caldas de Reis, a solo 1,5 kilómetros, podemos acercarnos a la fervenza de Segade. Se puede ir caminando o en coche, ya que hay una zona de aparcamiento. “Fervenza” es el nombre que se le da en gallego a las cascadas o saltos de agua. Está en el río Umia, a lo largo del que se extienden pozas y varias caídas. Cerca está el puente de Segade, un paso del río de época romana y de un solo arco que se encuentra en perfecto estado de conservación gracias a una remodelación que se le hizo en el siglo XVIII.

Raquel Andrés

Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.

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