El Camino de Santiago en verano: no esperábamos encontrar dos rutas jacobeas tan refrescantes

Escrito por

01.07.2025

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Una mujer haciendo el Camino de Santiago, a su paso por Caldas de Reis. Por Armando Oliveira
Una mujer haciendo el Camino de Santiago, a su paso por Caldas de Reis. Por Armando Oliveira

El verano no es el mejor amigo de las largas caminatas. Menos si se carga con una pesada mochila a la espalda. Dos ingredientes que son inseparables de cualquier peregrino que hace el Camino de Santiago. Sin embargo, la mayoría solo puede hacer este mítico recorrido que acaba en la tumba del apóstol en los meses de julio, agosto o septiembre. Vamos, cuando se concentran los días de vacaciones.

Si bien en verano puede llegar a hacer mucho calor y los caminos se masifican bastante, también es cierto que hay aspectos positivos: la ropa pesa menos que en invierno, por lo que la mochila es más ligera; y los días son más largos, de manera que se pueden aprovechar más para andar o para hacer otras actividades al final de cada etapa (o durante la misma).

Peregrinos acercándose al refugio Izandorre de camino al collado Lepoeder y Roncesvalles, en el Camino de Santiago Francés. Por Orion76
Peregrinos acercándose al refugio Izandorre de camino al collado Lepoeder y Roncesvalles, en el Camino de Santiago Francés. Por Orion76

En todo caso, la elección de la vía es esencial para hacer el Camino de Santiago en verano. Por la gran multitud de personas que se lanzan a andar en estas fechas, es conveniente evitar el más popular. Es decir, el Camino Francés que va de Roncesvalles/Orreaga hasta Santiago de Compostela. Y es que peregrinar con tanta gente significa más problemas para encontrar sitio en albergues.

Para caminar con más tranquilidad, sin prisas ni agobios, y en un entorno más fresco, hay dos rutas ideales para hacer el Camino de Santiago en verano.

El Camino del Norte o de la Costa, ambiente fresco con muchas playas

El Camino del Norte arranca en la ciudad guipuzcoana de Irún y sigue la costa cantábrica –con algún tramo que se adentra brevemente en el interior– hasta Ribadeo, donde ya se aleja del mar para dirigirse al destino final. Es un recorrido más fresco por las temperaturas propias del clima oceánico o atlántico del norte peninsular. Aunque el cambio climático está aumentando la temperatura media también en estas latitudes, presenta la ventaja de que, al discurrir junto a la costa, hay muchas oportunidades para hacer un alto en el camino y pegarse un baño refrescante en la playa.

La primera etapa acaba en Donostia, donde hay playas urbanas impresionantes como la de Zurriola, conocida por los amantes del surf; la mítica La Concha, con 1,3 kilómetros de longitud de arena blanca y fina, con la isla de Santa Clara a pocos metros de distancia; o la playa Ondarreta, donde está el famoso Peine del Viento de Chillida. El Camino del Norte prosigue por Zarautz, con una impresionante playa de 3 kilómetros y un precioso conjunto de dunas.

El pueblo costero de Zarautz | Por Uwe
El pueblo costero de Zarautz (País Vasco). Por Uwe

Siguiendo el paseo marítimo, se alcanza la coqueta Getaria, con la pequeña playa de Malkorbe. Si llegamos hasta Deba, nos podemos refrescar en las playas de Santiago, de color oscuro por las rocas de pizarra, y de Lapari. Tras cruzar la zona industrial de Bilbao y Portugalete, antes de abandonar Euskadi, todavía tendremos la oportunidad de pegarnos un baño en Pobeña, con una playa modesta en la que hay que tener precaución con el oleaje.

Ya en Cantabria, es un placer quitarse las zapatillas y descansar los pies en Castro Urdiales. Por ejemplo, en la playa de Brazomaro o en el solárium del muelle de Don Luis, que cuenta con plataformas escalonadas de cemento para facilitar el acceso al mar, como si fuera una gran piscina. A destacar que tiene duchas y socorrista. También hay que mencionar la playa de El Pedregal, una especie de piscina natural que se forma cuando hay marea alta, con agua fresca y limpia, formando un rincón paradisíaco en el barrio de los Marineros.

La playa del Merón de San Vicente de la Barquera (Cantabria). Por Jesus Barroso
La playa del Merón de San Vicente de la Barquera (Cantabria). Por Jesús Barroso

Las flechas amarillas del Camino de Santiago nos guían hacia Laredo, una localidad marinera que es puerta de entrada al Parque Natural de las Marismas de Santoña. Tiene playas casi vírgenes como El Regatón, además de poder ir a la urbana del Salvé. Para cruzar a Santoña tendrás que hacerlo en barca. Justo al bajar, si te apetece un remojón, puedes dártelo en la playa de Berria. Poco después descubrirás la inmensa playa de Trengadín, de nada menos que 6 kilómetros. En Noja os podéis bañar en la playa de Ris, bastante concurrida pese a su oleaje habitual.

El recorrido prosigue por algunas playas salvajes excepcionales como la de Los Tranquilos y la de Loredo, donde la arena blanca convive entre el verde y los abruptos acantilados. Al llegar a la ciudad de Santander, podremos descansar los pies y gozar del agua en hasta 11 playas urbanas. Los chapuzones nos seguirán acompañando en las siguientes etapas. En Comillas, nos podemos refrescar en su pequeño y bonito arenal con duchas, así como en la playa del Merón, de la cercana San Vicente de la Barquera.

Playas declaradas Monumento Natural: Las Catedrales. Por isaac
Playas declaradas Monumento Natural: Las Catedrales. Por isaac

Ya en Llanes, te puedes relajar sin salir del municipio en la playa del Sablón, en pleno centro. Cuando la marea está baja, gana la de Puerto Chico. Si prefieres huir de las posibles masificaciones, acércate a la playa de Andrín, rodeada de acantilados y aislada. Las marcas del Camino de Santiago del Norte nos llevarán a Ribadesella, conocido por su famoso descenso del río. El arenal de Vega es el más espectacular del municipio, envuelto por la naturaleza.

Si decidís pasar por Gijón –es un desvío de dos etapas–, es un fin de jornada también con playa. Igualmente nos podemos bañar en las playas de Luarca y, una vez en Galicia, en Ribadeo nos espera la colosal playa de las Catedrales. El Camino de Santiago no pasa estrictamente por ella, pero podemos ir caminando o coger un autobús desde el pueblo. Vale la pena, ya que es una de las pocas playas declaradas Monumento Natural cuyo nombre se explica por la forma que tienen los acantilados. En temporada alta, para visitarla es necesario pedir cita en la página de la Xunta.

El Camino Primitivo, una vía entre montañas

Camino de Santiago Primitivo
Camino de Santiago Primitivo. Por Gabriel

El Camino Primitivo es una ruta jacobea histórica que transcurre por parajes solitarios y espectaculares, entre montañas y a una cierta altura. Algunos tramos oscilan entre los 700 y los 800 metros de altitud a su paso por las sierras de A Lastra, O Pozo y O Mirador. Hay partes que logran alcanzar los 1.100 metros. Eso hace que sea una vía bastante más fresca y apropiada para hacer en verano (y poco recomendable, en cambio, para hacer en invierno por las condiciones meteorológicas extremas que puede haber). Se puede unir este itinerario con el Camino del Norte cogiendo un desvío por Oviedo.

Su nombre tiene una explicación sencilla: se trata del camino de peregrinación a Santiago de Compostela más antiguo y discurre en buena parte por trazados de calzadas romanas. En 2025 fue declarado, junto con el Camino de Santiago del Norte, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aunque es interior, no te olvides del bañador porque puede hacer bastante calor mientras caminas y quizás te topes con remansos de ríos en los que apetece pegarse un chapuzón en medio de la ruta.

Raquel Andrés

Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.

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Comentarios

  1. Francisco J. González 4 de julio de 2025 a las 19:16 - Responder

    Es indignante que la autora escriba que se trata de un desvío del Camino del Norte por Oviedo. Es «el Camino» por excelencia.
    El Camino Primitivo es, como su propio nombre indica, el origen del Camino de Santiago. Fue el primer camino o camino originario, (primitivo), y fue realizado por el rey Alfonso II de Asturias, (que tenía su corte en Oviedo), se cree que en el año 834.
    El motivo de este viaje fue el aviso que recibió Alfonso II del obispo Teodomiro del descubrimiento del sepulcro del apóstol Santiago muy cerca de la localidad de Iria Flavia. Alfonso II decidió realizar este viaje para verificar dicho descubrimiento y que, en efecto, se tratase del apóstol.

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