Casas rurales autosuficientes para sobrevivir al próximo gran apagón

Escrito por
26.05.2025
|
5min. de lectura
Casas rurales autosuficientes: Tiñones Cabaña Pasiega (Soba, Cantabria).
Índice

Esperamos que no ocurra, pero… ¿y si España vuelve a sufrir un gran apagón? ¿Estaremos mejor preparados? ¿Podremos hacer una vida más o menos ‘normal’ hasta que retorne el suministro eléctrico?
Efectivamente, si algo nos enseñó lo sucedido el pasado 28 de abril es que dependemos demasiado de la red eléctrica y que deberíamos estar preparados si esta falla. En general, no lo estamos. Pero sí lo están en estas tres casas rurales autosuficientes en las que podríamos sobrevivir perfectamente al próximo gran apagón.
Tiñones Cabaña Pasiega, en Soba (Cantabria)

El alojamiento Tiñones Cabaña Pasiega es prácticamente un refugio de alta montaña, que cumple con todas las condiciones para ser considerado como casa rural autosuficiente. Se ubica en el valle de Soba (Cantabria), rodeado de naturaleza (y solo de naturaleza), a unos 1.300 metros de altitud, en el puerto de La Sia.
En lo que respecta al suministro eléctrico, la construcción se nutre de paneles solares que abastecen unas baterías, ya que la cabaña no está conectada a la red eléctrica estatal. Por ello, está protegida ante una posible falta de suministro como la que ocurrió recientemente. “También cuento con un generador de gasolina, por los imprevistos o por las posibles bajadas en la generación de energía de las placas”, añade el propietario.

Además, explica que la cabaña dispone de un depósito de agua de 45.000 litros, “suficiente para aguantar períodos largos de sequía”, que se abastece con agua de manantial. Por otro lado, “las aguas residuales van a una fosa séptica ecológica sobredimensionada, con capacidad para 12 personas y uso diario”. También cuenta con “contenedores de reciclaje dentro y fuera de la cabaña, que permiten reciclar toda la basura que allí se genera”.
En efecto, el carácter aislado de Tiñones Cabaña Pasiega, alejada de cualquier servicio público, hace que esta cabaña deba ser “autosuficiente y ecológica”, como la define su propietario. Uno de los pocos lugares que nos demuestran que podemos continuar adelante a pesar de una posible falta de suministro eléctrico y que, por si fuera poco, tiene un encanto rústico muy especial.
Casa rural La Pegatera, en Coll de Nargó (Lleida)

Aislada en mitad del bosque del Coll de Nargó, en el Pirineo de Lleida, encontramos la casa rural La Pegatera. Un buen ejemplo de lo que debe ser una casa rural autosuficiente en la que podamos hacernos valer por nosotros mismos en caso de apagón general. Como dice Pepona, su propietaria, “aquí podríamos sobrevivir al margen de la civilización”.
La casa se abastece de electricidad gracias a una instalación de paneles solares que suministra energía a una red de baterías. “Tenemos baterías suficientes y no estamos conectados a ninguna red eléctrica”, explica Pepona. Además, “el agua proviene de nuestra propia fuente”, así que la casa tampoco depende de un suministro acuático público.

La Pegatera atesora todo el encanto de las construcciones rústicas de piedra y madera típicas de la zona pirenaica. Totalmente restaurada, puede acoger hasta siete huéspedes que podrán respirar tranquilidad, disfrutar de la inmensidad del bosque y descubrir las maravillas naturales que la rodean. “Un homenaje a la sostenibilidad en medio de un paraje inolvidable”, que cuenta con un plus: tiene piscina en temporada de verano.
La Casa del Lago, en Beceite (Teruel)

La Casa del Lago de Beceite (Teruel) es un alojamiento rural con un emplazamiento único. Está ubicada en pleno corazón de la comarca del Matarraña y al pie del Parque Natural de Els Ports. Situada a apenas 20 metros de la orilla del embalse de Pena, tiene unas vistas sencillamente espectaculares desde sus dos terrazas.
Disfrutar del aislamiento y la tranquilidad sin renunciar a nuestras comodidades más o menos habituales es posible en La Casa del Lago. Para conseguirlo, “es completamente autosuficiente gracias a las placas solares que abastecen unas baterías de litio situadas en un almacén/sala de baterías”, según detalla el propietario, Enrique Bayona. Además dispone de un grupo electrógeno de gasolina gracias al cual “se pueden cargar las baterías cuando no hay sol”.

Otros detalles que eliminan la dependencia de la red de suministros públicos son la chimenea de leña que calienta las estancias y una cocina con fogones y horno de gas. Por otro lado, el agua que abastece a la casa se canaliza desde manantiales naturales cercanos. Un refugio sostenible, tranquilo, acogedor, con encanto y autosuficiente, perfecto para descubrir las maravillas de uno de los pueblos más bonitos de la Toscana española.
Miguel Perez
Me encanta el fútbol, leer, viajar, descubrir nuevos destinos y contártelos