El nacedero del Urederra, un tesoro de aguas turquesas

En euskera, “ura” significa agua y “ederra” equivale a hermoso. Así que el Urederra es bastante transparente: un espacio con aguas hermosas. Y no es una simple forma de hablar. Se trata de una sucesión de cascadas y pozas de agua azul turquesa que adquiere estas tonalidades tras filtrarse por las rocas.
La primavera es un buen momento para visitar esta Reserva Natural, con una temperatura agradable y una fuerza del agua que deja saltos de gran espectacularidad. El nacedero del Urederra es la salida natural del acuífero del macizo kárstico del Parque Natural de Urbasa y Andia. Para preservar un entorno que con los años ha ido ganando popularidad, el acceso está limitado a 500 personas al día. Es gratis (solo se paga el parking), pero hay que reservar previamente a través de una página web.
Para visitar el espacio, se ha habilitado un sendero fácil de unos 6 kilómetros y 124 metros de desnivel positivo, con miradores y bancos junto al trascurso del río, para admirar el paraje con calma. El último tramo, el que lleva al nacimiento, está cerrado por degradación ambiental y riesgo para el visitante (así lo advierte un cartel). Para hacer la ruta, podéis guiaros con este track.
La cascada de Ixkier, en la Vía Verde del Plazaola

El tren del Plazaola, que comunicaba Pamplona con Donostia, funcionó entre 1914 y 1953. Unas inundaciones obligaron a cerrar el trayecto, que hoy se ha reconvertido en una bonita Vía Verde para hacer caminando o en bici. Junto a este sendero, a la altura del Concejo de Mugiro, está la preciosa cascada de Ixkier. A su lado, aún se pueden observar las ruinas del antiguo molino “Izquer”, del siglo XVI.
Para llegar hasta ella, se puede hacer una ruta suave y familiar desde Mugiro o desde Lekunberri llamada “Hiruzubide”. El camino comienza en el parque de piedras de moler “Ixkier”, que recuerda la actividad económica principal que hubo en este valle.
Discurre junto al río Larraun y entre bosques de hayas, robles, abetos y avellanos. Pasa en parte por la antigua vía del ferrocarril y atraviesa tres puentes. Es un sendero que mezcla naturaleza exuberante y etnografía, con construcciones que nos recuerdan los usos que tuvo el espacio en el pasado.
La escalonada cascada del Cubo, en la Selva de Irati

La Selva de Irati se extiende a lo largo de 20.000 hectáreas y una parte está en el Pirineo Navarro. Una bonita manera de adentrarse en sus joyas ocultas es seguir el sendero interpretativo de Errekaidorra, que nos lleva hasta la peculiar cascada del Cubo. Es un recorrido circular de unos 10 kilómetros y 390 metros de desnivel positivo. Lo podemos catalogar entre fácil y moderado porque tiene alguna cuesta. Ahora bien, el esfuerzo vale la pena.
El camino avanza entre pista ancha y sendero y está perfectamente señalizado con placas amarillas que llevan la inscripción “Errekaidorra”. El recorrido tiene diferentes paneles didácticos que explican el uso de la madera del bosque a lo largo de la historia, cómo la transportaban o qué uso tenían las carboneras, con elementos visibles como mástiles, vías férreas y cables de acero.
Uno de los puntos álgidos de la ruta es la cascada del Cubo, que tiene forma escalonada y en primavera rebosa vida. Para llegar, hay que pasar por el precioso pueblo pirenaico de Ochagavía. Puedes guiarte con este track.
La cascada de Belabarce, en el Valle de Roncal

Nos vamos al profundo Valle de Roncal para descubrir un salto de agua oculto en un frondoso bosque: la cascada de Belabarce. Para encontrarla, podemos seguir este track de 5,4 kilómetros y 280 metros de desnivel positivo. Es un recorrido que rodea el monte Artikomendia, que está bajo las grandes cimas del Pirineo Navarro.
Los enclaves de mayor interés paisajístico son la mencionada cascada de Belabarce, una caída de agua gélida, y la Cueva del Ibón, un espacio que recoge el agua de este sistema kárstico. Además, a lo largo de la caminata cruzaremos varios puentes de piedra de estilo románico que hay en el Camino Real. Cerca está el pequeño y coqueto pueblo pirenaico de Isaba, donde debes probar el famoso queso que coge el nombre del valle, Roncal.
Cascada de Xorroxin, en el mágico Valle de Baztan

En el mágico Valle de Baztan, parece que emana de la nada la cascada de Xorroxin, que a su vez, es nacedero del río Bidasoa. Es una espectacular y caudalosa cascada que podemos descubrir en el pequeño pueblo de Erratzu. Para llegar hasta ella, hay que seguir un sendero familiar y circular de 7 kilómetros y 155 metros de desnivel positivo. Eso sí, para evitar masificaciones en el entorno, hay que reservar aquí plaza en el parking en temporada alta, en verano y puentes festivos (es gratis).
El camino pasa por barrios, puentes de piedra, por un hayedo y castañar y sigue la regata Iñarbegi. El entorno nos invita a pensar en todos esos seres mitológicos que cuentan las leyendas que habitan en los bosques del Baztan. Se llega a una primera cascada que sirve como preludio de la segunda y más impresionante, la de Xorroxin. Si necesitas ayuda con el recorrido, sigue este track.

Raquel Andrés
Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.