Parece Petra, pero es Sevilla: el Coto de las Canteras de Osuna

El material del que están hechos muchos de los edificios del pueblo sevillano de Osuna tiene miles de años, aunque su construcción sea más reciente. Esto se debe a que gran parte de la piedra utilizada para erigirlos ha salido del Coto de las Canteras, también conocido como la “pequeña Petra” de Andalucía. Un apelativo que se le atribuye a Mario Vargas Llosa, que acudió a un evento y se enamoró del lugar.

Situado en una colina elevada sobre la localidad, los habitantes de la zona se sirvieron de la roca de esta cantera desde antes del Imperio romano. Fue el pueblo prerrománico de los turdetanos, que vivió en esa zona de la península ibérica desde el 500 a. C.-206 a. C., el que comenzó con la extracción de la arenisca calcárea (una roca sedimentaria de arena y carbonato de calcio).

Dicha actividad se intensificó en el siglo XVI debido a la ambición inmobiliaria de Juan Téllez Girón, IV conde de Ureña. Por aquel entonces los sillares de piedra salían sin parar –dentro de las posibilidades de la época– y la localidad adquirió el tono rojizo característico de ese tipo de roca. 

Qué ver en el Coto de las Canteras

La explotación terminó a mediados del siglo pasado. Allí quedaron los restos de la ermita de la Vía Sacra, del siglo XVII. Durante casi tres décadas, el espacio solo se utilizó para acumular escombros hasta finales de los años 90, cuando un empresario llamado Jesús Ramos decidió darle un nuevo uso comercial y adquirió el lugar. 

Así, en 2004, el escultor Francisco Valdivia Gómez recibió el encargo de tallar esculturas y relieves inspirados en el arte de los íberos, que ahora caracterizan el espacio. Durante dos años se dedicó a reproducir obras como el Cornicen de Osuna, cuyo original se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid; o la estatua basada en el prótomo íbero de carnero de Osuna. Las figuras están repartidas por los 4.000 metros cuadrados de jardines que tiene el recinto.

Entre ellas hay un sillón de estilo ibérico en el que el visitante puede relajarse y disfrutar del entorno, una figura de un búho de 1,2 metros de altura, una fuente en la que está representada la cabeza de un lobo y el ‘El guardián del Coto de las Canteras’. Esta última es como llama el autor a la escultura con forma de león, una de las más representativas de la colección. El propietario quería que el artista usara esa piedra -que se había formado por un desprendimiento- para moldear un antiguo molino de aceite, pero Valdivia Gómez le convenció para que le dejase desplegar su creatividad.

Uno de los retablos más grandes y antiguos de España

El interior del recinto también está lleno de referencias a tiempos pasados. En él podemos encontrar tinajas, así como el retablo que se encuentra a la entrada del auditorio natural. Está considerado como uno de los más grandes y antiguos de España. Inspirado en un extracto del libro Fortaleza íbera en Osuna de Arthur Engel y Pierre Paris, la obra refleja la gratificación de recoger los frutos plantados a base de trabajo. Tiene 1,25 metros de profundidad, 8,50 metros de ancho y casi 13 metros de altura.

Actualmente, el Coto de las Canteras se alquila para la realización de eventos, rodajes audiovisuales, conciertos, congresos o convenciones. Y, por supuesto, es una de las atracciones turísticas del pueblo: en 2023 llegó a recibir 30.000 visitas.

Qué ver en Osuna más allá del Coto de las Canteras

Si bien el Coto de las Canteras es uno de sus mayores reclamos, no es el único lugar interesante de Osuna, ni mucho menos. La localidad presume con orgullo de haber sido una de las localizaciones de Juego de Tronos en su quinta temporada. De hecho, en el Museo de Osuna, ubicado en el antiguo palacio de los Hermanos Arjona y Cubas (siglo XVIII), habilitaron un espacio dedicado a la serie con el nombre Salón de Hielo y Fuego.

En el museo, que fue la sede de la Cámara Agraria Local, también hay una bodega en la que se pueden observar tinajas antiguas dedicadas al almacenamiento de vino, aceite o pescado; dos salas permanentes dedicadas a las colecciones de artistas como Rodríguez Jaldón y Rodolfo Álvarez Santaló; así como exposiciones temporales. En él también se guardan documentos del archivo municipal y de la antigua universidad, entre otros usos.

Precisamente, el edificio de la antigua universidad de Osuna –que sigue en uso como escuela universitaria adscrita a la de Sevilla– es una de sus piezas de patrimonio más reconocidas. Se creó gracias al empeño (y dinero) del mencionado IV conde de Ureña, padre del primer duque de Osuna. En 1548 su capilla obtuvo la bendición del obispo de Marruecos y canónigo de la Universidad de Sevilla, Sancho Trujillo. Él fue su primer colegiado.

La Colegiata fue construida con la piedra de la cantera

La piedra de la cantera sirvió para construir la Colegiata, o Insigne Iglesia Colegial, sobre los restos de la iglesia del Castillo, que prácticamente había desaparecido en un incendio. El impulsor de la obra fue, cómo no, el IV conde de Ureña en el siglo XVI. Su espectacularidad reside en su interior, que choca con la sobriedad de su exterior donde está el patio del panteón de los duques de Osuna, o Santo Sepulcro, que se construyó entre los años 1544 y 1555. 

Tras pasar dicho patio se accede a la sacristía del panteón, de estilo plateresco, y a la capilla de la Virgen de la Granada. Otro elemento importante que se puede ver en el interior de la Colegiata es el altar del Cristo de la Misericordia, que tiene una talla de Juan de Mesa. Toda la saga de los duques de Osuna está enterrada en los panteones menos Marianao Téllez Girón, porque su tumba es más grande y tuvo que instalarse en el piso superior. Fue el último de la dinastía, principalmente porque se gastó todo el dinero que quedaba de la familia.

Otros lugares de interés

El convento de la Encarnación, en cuyo interior se encuentra el Museo del Arte Sacro –que alberga una interesante colección de figuras del niño Jesús–, también es interesante; sobre todo por su patio decorado con azulejos sevillanos del XVIII. Como curiosidad, en el pueblo también está el Museo Andaluz del Juguete Vintage, con más de 4.000 piezas. Por último, el palacio de los Cepeda y las casas de nobles como las de Govantes y Herdara también forman parte de la historia y personalidad de Osuna.