El Palancar, ¿el convento más pequeño del mundo?

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30.01.2025

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6min. de lectura

Convento de El Palancar, Pedroso de Acim. ¿El convento más pequeño del mundo? Por  José Luis Sánchez Ma.
Convento de El Palancar, Pedroso de Acim. ¿El convento más pequeño del mundo? Por José Luis Sánchez Ma.

“Eso es lo menos importante”, responde a EscapadaRural el hermano guardián del monasterio El Palancar, ante la pregunta de si existe alguna acreditación que confirme oficialmente lo que se dice de él. Situado entre los pueblos de Pedroso de Acim y Grimaldo, en Cáceres, se supone que es ‘el convento más pequeño del mundo’, pero ya se sabe que estas afirmaciones grandilocuentes puede que no estén verificadas. Es el caso de este ejemplo, pero lo cierto es que las dimensiones del cenobio son realmente reducidas.

El lema que acompaña al monasterio –también llamado ‘El conventino’– se ha utilizado para atraer al turismo pero “como se hacen récords Guinness de todo, pues se divulga, pero esto ni está acreditado ni nada por el estilo”, desarrolla el entrevistado. El motivo por el que la edificación sea tan discreta en su tamaño es que está construida “desde una visión franciscana y cristiana”, sostiene el hermano.

Una obra de fray Pedro de Alcántara

El Palancar
El Palancar. Por WH_Pics

El Palancar se construyó en 1557 por fray Pedro de Alcántara, previamente conocido como Juan de Garavito y Vilela de Sanabria. Este había estudiado en la Universidad de Salamanca y se había familiarizado con San Francisco Raíz, por lo que “buscaba experimentar con intensidad y con radicalidad, en el sentido de ir a la raíz, la vida franciscana. Nuestro carisma es la minoridad, la pequeñez, la sencillez y la humildad, lo que se ve reflejado también a través de edificios humildes, sencillos y pequeños”, explica el entrevistado. “Esa es la razón por la que el convento es pequeño, ese es el sentido profundo y auténtico”. Lo realmente importante, como afirmaba al principio.

Interior del convento más pequeño del mundo: El Palancar. Por mestock.
Interior del convento más pequeño del mundo: El Palancar. Por mestock.

Los interesados en conocer el monasterio al detalle tienen la oportunidad de realizar visitas guiadas cinco días a la semana, pero el hermano guardián especifica que “no es un museo. No alimentamos ninguna anécdota, solo mostramos el lugar”. La cantidad de personas que pasan por allí varía según el momento del año y no existe un perfil específico del visitante. “Hay gente de todo tipo”, informa el interlocutor.

Otros datos del monasterio El Palancar

Claustro del monasterio más pequeño del mundo
Claustro del convento más pequeño del mundo. Por WH_Pics

Desde la web de la Oficina de Turismo de Cáceres aportan alguna pincelada de historia más que las mencionada hasta ahora. La arquitectura del templo, que mide 78 metros cuadrados, se basa en una casa ya existente en el pueblo en aquel momento. Su estructura es muy sencilla, ya que en su interior estaban las camas donde dormían los franciscanos (cabían hasta ocho) y poco más. 

La capilla tenía algún mosaico decorativo y el claustro unas columnas de madera. Ahora está dentro de un edificio más grande, ya que con los años se construyeron una iglesia y una hospedería.

Interior de una celda de El Palancar. Por Interior del convento El Palancar. Por mestock.
Interior de una celda de El Palancar. Por mestock.

Quizá lo más sorprendente sea el relato que afirma que Santa Teresa se llevó un susto al ver al monje, que medía 1,90 cm, durmiendo sentado. La cabeza la posaba sobre un apoyo de madera; sin duda un lugar de descanso muy alejado del confort. El religioso católico español Juan de Santa María lo definía, según el organismo informador, como: “Un lugar con 32 pies de largo y 28 de ancho, con una capilla tan pequeña que en ella cabían el sacerdote y el acólito que le ayudaba, si otro alguno entraba ocupaba mucho”.

Pedroso de Acim, el pueblo del ‘convento más pequeño del mundo’

Claustro del Convento de Nuestra Señora de la Concepción de El Palancar
Claustro del Convento de Nuestra Señora de la Concepción. Por joserpizarro

Según el hermano guardián del monasterio El Palancar, el pueblo de Cáceres en el que se asienta “es sencillo, con entre 30 y 70 habitantes” (los datos del INE de 2024 le otorgan unos cuantos más: 92). “Puede que lo más antiguo sea una iglesia del siglo XVI”, completa. Este templo está consagrado a Santa Marina y se encuentra en el centro del municipio. En su interior hay un retablo de madera de dimensiones considerables, una talla de la santa y una capilla con dos cuadros. Además, en la entrada hay una estatua de bronce que representa a fray Pedro de Alcántara, que compadrea con la iglesia, el edificio del ayuntamiento y la torre del Reloj.

El pueblo se edificó a las faldas de la sierra del Pedroso, un lugar con un entorno natural admirable. Los interesados en el senderismo pueden conocerlo a través de rutas como la que va a la Peña de los Cenizos. Tiene una longitud de 6 kilómetros, su grado de dificultad es medio y se completa en dos horas y media. 

Interior de una celda de El Palancar. Por Interior del convento El Palancar. Por mestock.
Interior de una celda de El Palancar. Por Interior del convento El Palancar. Por mestock.

Es un camino circular, que parte de la iglesia de Santa Marina, en dirección sur con la torre del Reloj a la izquierda. Toda la ruta está señalizada por la Junta de Extremadura y transcurre por pistas forestales que se adentran en pinares, montes como El Berrocal y ofrecen vistas privilegiadas del pueblo, de los valles de Alagón y el Jerte, así como de la sierra del Arco. También pasa al lado del monasterio de El Palancar y una ermita consagrada a Santa Bárbara.

A la vuelta, podemos disfrutar de la gastronomía extremeña en alguno de los restaurantes del pueblo o sus alrededores. Es una buena ocasión para descubrir la cachuela, que también se conoce como pringue de hígado o caldillo y, para describirlo rápidamente, es una suerte de paté que se extiende sobre pan, muchas veces tostado. 

San Pedro de Alcántara en Pedroso de Acim. Por  José Luis Sánchez Ma.
San Pedro de Alcántara en Pedroso de Acim. Por José Luis Sánchez Ma.

También es típica la criadilla de tierra, una trufa parecida a la patata que solo se encuentra en Extremadura y Soria, y es complicada de encontrar. Se suele preparar en revuelto o rebozada. Por último, pero no con menos importancia, es necesario recordar la chanfaina: un plato de cordero –incluidos órganos como su hígado o riñones– que se prepara en forma de caldereta.

Perfil Carmen López, periodista

Carmen López

Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.

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