La ermita Monumento Nacional donde pudo haber estado el Santo Grial

En lo alto de una colina que tiene una particular forma de barco, se erige San Pantaleón de Losa. Una ermita envuelta en una leyenda del Santo Grial que le suma puntos a su peculiaridad. Está en la comarca de Las Merindades, en Burgos, y ha servido de asentamiento para los prerrománicos, de punto de referencia para los templarios y, ahora, de objeto de especulación para los seguidores de ese misterio del cristianismo. Que no son pocos.

La ermita se consagró el 27 de febrero de 1207, tal y como se puede leer inscrito en uno de sus muros: “El obispo de Burgos, García, consagró esta basílica en el primer año de su pontificado a tres días de las calendas de marzo de la era 1245”. Si se traduce al calendario actual, surge la fecha mencionada al principio.

Una ermita sobre una gran roca

Una de las curiosidades de la construcción es que su planta se adapta a la irregularidades del terreno, pues está sobre una peña conocida como la Colorada. Según estudios realizados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la ermita actual data de la segunda mitad del siglo XIII y fue levantada sobre otra anterior. Parte de los restos, como la piedra en la que se puede leer la reseña de la consagración, se conservaron para ‘la nueva’.

La ermita original está considerada como una de las grandes muestras del estilo románico de Burgos, aunque debido a su ampliación, actualmente también presenta elementos del gótico tardío correspondiente al siglo XVI. En su interior reposaron durante años las reliquias de San Pantaleón, un médico turco que fue mártir y santo. Son unas ampollas en las que hay sangre coagulada del mártir, y que el 27 de julio de cada año se licua sin explicación científica. Ahora, una de ellas está en el Real Monasterio de la Encarnación de Madrid, que cada año abre sus puertas para mostrar el milagro a los fieles. La otra está en el monasterio de Ravello, en Italia.

El templo ya no se utiliza como parroquia (en 1820 se edificó una iglesia en el pueblo), pero aún atrae a muchos visitantes por diferentes razones: la arquitectura, el culto y la leyenda. En 1944 obtuvo el título de Monumento Nacional.

Los detalles de la ermita de San Pantaleón de Losa

Una de las características más representativas de la ermita, cuyas dimensiones son modestas, es la iconografía. Además de la figura de un hombre de pelo largo y barba que se encuentra en un lado de la puerta de acceso, hay un grabado en zigzag que algunos interpretan como la serpiente de Adán y Eva. Puede que el hombre sea Adán o Hércules, en cuyo caso ‘el zigzag’ podría ser su espada. 

En los capiteles también se pueden ver representaciones de las torturas a las que sometieron al médico turco Pantaleón en el siglo IV d.C. por su decisión de convertirse al cristianismo. Otras atrocidades que se pueden contemplar son el arrojo a las fieras, el potro, el ahogamiento en el mar y la decapitación final. En el momento en el que Pantaleón perdió la cabeza, en lugar de salir sangre, salió leche. Además, un olivo cercano que estaba seco, floreció de nuevo. 

En uno de los arcos se pueden ver figuras de pies y caras que parecen querer salir de la piedra. Las representaciones de cabezas humanas o animales se reparten por otras partes de la ermita. 

La leyenda de San Pantaleón de Losa y el Santo Grial

Se supone que el Santo Grial es el cáliz que Jesucristo utilizó en la última cena. Algunos estudiosos del tema consideran que no se trata de un objeto sino de un concepto, pero otros buscan ‘la copa’. Uno de ellos –el que se dice que es el auténtico– está en la catedral de Valencia desde el siglo XV, aunque hay más repartidos por el mundo, como el del museo de la Real Colegiata de San Isidoro de León. 

La leyenda de la búsqueda del Santo Grial se remonta a la época de los templarios y se divide en dos historias: la de los caballeros del rey Arturo y la de José de Arimatea. El desarrollo es muy complejo, pero tiene muchísimos seguidores. Entre ellos los nazis, que creían que si lo descubrían y se lo llevaban a Hitler, éste se haría invencible. De hecho, pasaron por España en su búsqueda.

La relación de San Pantaleón de Losa y el Santo Grial es un tanto frágil, pues deriva de la toponimia de la zona. La cercanía de los pueblos Criales –griales– y Sión (que los interesados en el tema relacionan con el Priorato de Sión, guardián del cáliz) son dos supuestos. Asimismo, la sierra Salvada, que está muy cerca, se asocia con Montsalvat, un castillo en el que también se cree que estaba el grial custodiado por los caballeros templarios. Estos pudieron refugiarse en la ermita de San Pantaleón de Losa durante el traslado del Santo Grial a Valencia. Todo puede haber sucedido. O no, es lo que tienen las leyendas y la de este singular templo burgalés es una de las más populares.