Pueblos imprescindibles de la provincia de Barcelona en otoño

Escrito por

01.09.2025

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El otoño simboliza, para la mayoría, la vuelta al trabajo y a la rutina, a los horarios, a las preocupaciones del día a día. Pero no hay que esperar al próximo verano (ni siquiera a las vacaciones navideñas) para hacer una escapada cerca de casa. Un viaje de esos que ayudan a alargar los fines de semana y los puentes porque están repletos de experiencias.

A pocos kilómetros de la ciudad de Barcelona hay muchos destinos para desconectar que, realmente, ayudan a volver a conectar. Pueblos y rincones que nos acercan a la naturaleza y a otras épocas en las que se vivía a un ritmo más pausado, que nos invitan a redescubrir los sabores de siempre y que transmiten bienestar. El otoño es un buen momento para explorarlos, ya que lucen un encanto especial.

La Pobla de Lillet, medieval y modernista (Berguedà)

La Pobla de Lillet- Berguedà -Jardins Artigas- Gaudí- Pirineus
La Pobla de Lillet. Por: Albert Miró- Diputació Barcelona

El ambiente medieval y el modernismo catalán se dan la mano en La Pobla de Lillet, un pequeño municipio del norte del Berguedà. Por un lado, merece la pena perderse por el trazado medieval de sus calles empedradas y cruzar el Pont Vell, puente románico de un solo arco que salva el curso del río Llobregat.

O visitar la iglesia parroquial de Santa María de Lillet, construida en el siglo XVIII sobre una antigua capilla medieval. Por otro lado, avanzamos unos siglos en el tiempo para conocer la otra cara de La Pobla de Lillet: el modernismo de Antonio Gaudí. Podemos ver su huella en los Jardines Artigas, una obra artística con arcos catenarios, fuentes, puentes y figuras inspiradas en el bestiario medieval que se fusionan con la naturaleza.

Castellar de n’Hug, el nacimiento del Llobregat (Berguedà)

Castellar de n'Hug - Fonts del Llobregat. Barcelona
Castellar de n’Hug. Por: Domènech Fernández – Diputació de Barcelona

Si algo caracteriza al pequeño pueblo de Castellar de n’Hug, en la comarca del Berguedà, es su ambiente rural y tradicional. Parte de su fama se debe a que aquí está el nacimiento del río Llobregat: las denominadas Fuentes del Llobregat. Además de sus joyas naturales, el casco antiguo de Castellar de n’Hug tiene calles estrechas y empedradas en las que todavía hoy se pueden contemplar casas rústicas de los siglos XVIII y XIX, hechas con gruesas paredes de piedra, porticones de madera y tejas típicas catalanas.

No puede faltar una visita a la iglesia de Santa María, de estilo románico y con un campanario muy singular, así como el antiguo lavadero público de la calle de Abajo. Una buena forma de descubrir los alrededores es subirse al Tren del Cemento, un ferrocarril histórico con más de 100 años que ahora sigue un recorrido de 20 minutos visitando lugares icónicos como los Jardines Artigas o el Museo del Cemento.

Si se os abre el apetito, no os perdáis las deliciosas cocas de Castellar ni el curioso croissant gigante artesanal que hacen en sus hornos… ¡que pesa un kilo!

Montclar, el ave fénix de Barcelona (Berguedà)

Montclar. Barcelona
Montclar. Por: Ajuntament de Montclar

Nos vamos a un pueblo con una historia curiosa. Montclar quedó prácticamente deshabitado a mediados del siglo XX por el éxodo rural. Sin embargo, unos excursionistas enamorados de esta población del Berguedà decidieron comprar varias casas en ruinas y restaurarlas.

Gracias a su ímpetu, también renacieron la plaza y la iglesia, hasta el punto de que hoy, con solo 140 habitantes pero mucho encanto, se ha convertido en un interesante destino rural de las comarcas de Barcelona. Las edificaciones más importantes son la iglesia de la Santa Creu, el castillo de Montclar, la iglesia de Sant Sebastià y la Rectoría, en la plaza del pueblo.

Mura, un pueblo con esencia medieval (Bages)

Mura- Bages- Barcelona
Mura. Por: Albert Miró- Diputació Barcelona

Visitar Mura es hacer un viaje en el tiempo a la Edad Media en la comarca del Bages, a 60 kilómetros de la ciudad de Barcelona. Para empezar, sorprende descubrir que no hay ni coches por sus calles, ya que está prohibido circular y aparcar en ellas (hay que dejar el vehículo en los aparcamientos gratuitos habilitados en la entrada).

Es un destino para saborear calle a calle y sin prisas, con casas de piedra relacionadas con antiguos oficios de la zona como casas de aceite o ferreterías, así como la tina del siglo XVIII que empleaba el vecindario para hacer vino con sus cosechas: en esta comarca se cultiva la viña desde el siglo XVI, y hace años sus vinos consiguieron un importante reconocimiento a su calidad: la denominación de origen Pla de Bages

Todo es una parada obligatoria en Mura: la iglesia románica de San Martín y su precioso portal, las bóvedas del paseo de Camil Antonietti, las 70 fuentes que rodean el pueblo… hasta la Fuente del Rector, una zona de picnic repleta de vegetación.

Talamanca y su conocida batalla (Bages)

Talamanca- Bages - Barcelona
Talamanca. Por: OhDigital – Diputació de Barcelona

En la comarca del Bages nos adentramos en otro pueblo que no deja a nadie indiferente: Talamanca. Se trata de una joya rural enclavada en la cima de una colina, en medio de la Sierra del Rossinyol. Es uno de esos lugares en los que parece que el reloj va a otro ritmo, con callejuelas y casas construidas con las piedras de la antigua cantera y que le dan un carácter embriagador.

Uno de los puntos de encuentro principales del pueblo es la Fuente de Talamanca, junto a un árbol centenario. También merecen una visita el Ayuntamiento, la Iglesia de Santa María y el Castillo, en cuyo interior hay un centro de interpretación de la famosa Batalla de Talamanca de 1714, la última victoria militar del ejército austracista catalán contra las tropas borbónicas de Felipe V. Una ruta señalizada permite al visitante recordar este episodio histórico.

En el Bages es interesante conocer las tinas de piedra seca de la Vall del Flequer, un patrimonio rural histórico que es único en Europa. Hay un centenar de construcciones que reflejan la época de esplendor de la viña y el vino en la comarca, especialmente entre 1860 y 1890, cuando se mantenía a salvo de la filoxera que estaba haciendo estragos en el continente. En ese momento, el paisaje se transformó para satisfacer la demanda del momento, con bancales de piedra seca y barracas de viña.

Tavertet, en lo alto de un acantilado (Osona)

Tavertet-Cingles, Barcelona
Tavertet. Por: Domènec Fernández-Diputació de Barcelona

Nos acercamos a un pueblo de lo más pintoresco, ubicado en lo alto de un acantilado. Tavertet está en la comarca de Osona y, gracias a su ubicación, ofrece una impresionante panorámica del pantano de Sau, de Susqueda y de las montañas del Montseny.

Cada rincón está lleno de encanto en este pueblo de reducidas dimensiones, con unas 50 casas, la mayoría de piedra y construidas entre los siglos XVII y XIX. Las mejores vistas están en el mirador del Pla del Castell y en el mirador del Silencio.

Rupit i Pruit, dos pueblos en uno (Osona)

Rupit i Pruit, Barcelona
Rupit. Por: Domènec Fernández – Diputació de Barcelona

Hubo una época en la que eran dos pueblos. Desde 1977, es uno: Rupit i Pruit. En la zona de Collsacabra, en la comarca de Osona, se encuentra este pequeño municipio que enamora por todos sus rincones. Para empezar, nos reta a entrar en sus calles medievales cruzando un puente colgante sobre una riera. Al otro lado hay caserones de piedra y balcones de madera, algunos con grabados en las fachadas.

El núcleo urbano de Pruit data del siglo X y tiene un tamaño más reducido, aunque es muy coqueto. Es imprescindible visitar su plaza e iglesia dedicada a San Andrés.

Perafita, con mucho sabor rural (Lluçanès)

Perafita, Lluçanés, Barcelona
Perafita. Por: KarSol

Perafita es un pueblo conocido por su carácter rural, por sus paisajes bucólicos y por su patrimonio arquitectónico. Está en el corazón del Lluçanés y nos invita a pasear entre caminos rurales y ganaderos, contemplando masías tradicionales, molinos, fuentes, castillos y ermitas. La calle Mayor conserva casas con muros de piedra y sillares labrados delimitando las esquinas.

Quien busque sabores tradicionales, lejos de la monotonía de los productos industriales, debe probar la excepcional Coca de Perafita del Forn Franquesa, un dulce muy reconocido en la zona.

Sant Quintí de Mediona, el pueblo del agua (Alt Penedès)

Sant Quintí de Mediona-Les Deus-Alt Penedès- Barcelona
Sant Quintí de Mediona – Les Deus. Por: J.Bastart – Diputació de Barcelona

Si algo caracteriza este pueblo de l’Alt Penedès —además de sus paisajes de viñas— es la abundancia de agua. Tiene más de 50 fuentes y uno de los mejores sitios para comprobarlo es el paraje natural de les Deus. En su espacio hay una gruta visitable, un parque de aventura, circuito botánico y servicio de bar.

El casco antiguo de Sant Quintí de Mediona tiene mucho encanto, con calles estrechas, casas del siglo XVI y construcciones de travertino, destacando edificaciones como el Castillo de Mediona y el antiguo priorato benedictino del siglo XI.

Además, conserva fiestas tradicionales como el Mata-degolla, una fiesta barroca con recreaciones históricas a mediados de noviembre que conmemora los hechos de 1714, y el Ball de Diables, un espectacular correfoc que se lleva a cabo el primer viernes después del 15 de agosto. Y, como estamos en el Penedès, es una buena excusa para hacer la Ruta del Vino y conocer una de sus bodegas.

Montseny, en plena montaña (Vallès Oriental)

Pantano de Santa Fe del Montseny
Pantano de Santa Fe del Montseny. Por: peresanz

En pleno Parque Natural del Montseny se esconde el pueblo con el que comparte nombre, un enclave de la comarca del Vallès Oriental en el que parece que el tiempo se detiene y en el que practicar un turismo slow admirando los colores mágicos del bosque en otoño. Además de hacer rutas por sus innumerables senderos, es interesante conocer la encantadora ermita románica de Sant Marçal.

Otros rincones sorprendentes son el boj monumental de la iglesia de Sant Julià, con más de 500 años; la Taula dels Tres Bisbes, que es donde confluyen los obispados de Terrassa, Vic y Girona; o la estela megalítica de la Sitja del Llop, de gran importancia arqueológica.

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Raquel Andrés

Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.

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