Lugares de España que podrían ser de una película de Miyazaki
Escrito por
31.01.2025
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Este mes de enero de 2025, Hayao Miyazaki ha vuelto a los cines. Y no lo ha hecho porque haya estrenado nueva película, como ocurrió el pasado año con El chico y la Garza, sino porque Cinesa ha decidido reproyectar, del 17 de enero al 14 de febrero, sus grandes obras. Esas que han marcado su carrera y que han puesto el anime japonés en lo alto del cine internacional. Sí, hablamos de La princesa Mononoke, Mi vecino Totoro, El viaje de Chihiro, El castillo ambulante y, de nuevo, El chico y la garza.
Y, aunque la gran mayoría de ellas están inspiradas en paisajes, la cultura y mitología japonesa, en esta lista os presentamos algunos lugares de nuestro país que tienen cierta semejanza con los escenarios de sus películas. Como siempre, vamos a ponerle un poquito de imaginación.
La princesa Mononoke – Reserva de Muniellos
La princesa Mononoke es una de las películas más aclamadas de Hayao Miyazaki. Fue estrenada en Japón en 1997 y, hasta finales de ese mismo año que llegó Titanic, fue la película más taquillera del país nipón. También fue la primera del Studio Ghibli en cruzar fronteras, pues llegó a proyectarse en cines de todo el mundo.
Como en la mayoría de sus trabajos, en ella Miyazaki denuncia la amenaza que supone el hombre para la conservación de la naturaleza. De hecho, Mononoke podría traducirse como “espíritu vengador” y hace referencia a los guardianes del bosque.
Como has visto en la película, el monte en el que se desarrolla la historia es muy espeso, cuenta con una vegetación muy verde y en él, además de animales como lobos y ciervos, también viven espíritus que lo protegen: los kodamas.
Pues bien, aunque en España hay muchos bosques con esas características, el de Muniellos, en Asturias, cumple todos los requisitos. Está declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, también es Reserva Biológica Nacional y paisaje pintoresco. Situado en Cangas de Narcea, en sus más de 2.600 hectáreas viven urogallos, osos pardos, lobos, corzos y rebecos, así como diferentes tipos de aves.
En cuanto a los espíritus del bosque, en Muniellos lo que podemos encontrar son xanas, trasgus o cuélebres típicos de la mitología asturiana y que también protegen su hábitat.
Nausicaä del valle del Viento – Valle de Hecho
Basada en el manga homónimo realizado por Miyazaki, Nausicaä del valle del viento es anterior a la fundación del Studio Ghibli, la productora de Miyazaki y Isao Takahata. Por ello, está considerada como la obra fundacional.
Data de 1984 y está basada en un futuro apocalíptico: la trama se desarrolla mil años después de que una guerra mundial arrasase con la humanidad y el planeta. En la gran zona contaminada, debido a los gases del armamento utilizado durante el conflicto bélico, nacieron insectos gigantes como los ohmu, que son como el “rey insecto”. Estos convivirán con Nausicaä, así como con otros reinos amenazantes, en el valle del Viento (llamado así porque recibe potentes vientos del norte), el bosque contaminado y próximos al mar de Putrefacción.
La mayor parte de la historia se desarrolla en un valle, entre riscos, ríos y espesa vegetación que podría recordarnos a muchos de los valles de nuestro país. Por ejemplo, al de Ordesa o Aguas Tuertas, en el valle de Hecho, ambos situados en Huesca. ¿Lo mejor? Que no está contaminado como el del film.
Y es que el Pirineo oscense es un buen lugar donde reponerse tras un apocalipsis rodeados de montañas, verdor y agua. Aquí también hay insectos aunque, por suerte, no logran alcanzar el gran tamaño de un ohmu.
Mi vecino Totoro – Parque Rural de Anaga
Totoro es uno de los personajes más populares de Miyazaki. Y, aunque muchos siempre pensamos que era un gato gigante (y entrañable), mezclado con un búho (porque vuela), lo cierto es que también es un guardián del bosque. Es un troll. El nombre surge de Mei, la niña más pequeña, que en vez de pronunciar tororu, que es la palabra japonesa para troll, lo llamó Totoro. Eso sí, el gato bus es un gato (bus), de eso nunca hubo dudas.
«Antes los árboles y las personas eran buenos amigos»
Según el libro Totoro no Umareta Tokoro (El lugar donde nació Totoro), publicado por Ghibli, Miyazaki pensó en la historia un día lluvioso paseando por Tokorozawa, en la prefectura de Saitama (Japón). De hecho, al parecer, la mítica escena de Mei y Totoro esperando al autobús de noche, bajo la lluvia, fue una de las primeras imágenes que surgieron, dando forma a la historia.
En Tokorozawa es donde está el parque de Totoro, cuya fundación se encarga de preservar la naturaleza de este espacio y de las colinas Sayama. Como se puede ver tanto en el film como en la web del parque, es un lugar verde, con un bosque como salido de un cuento y con recovecos entre los árboles como donde viven los personajes.
Si tuviésemos que recrear algunas de las escenas sin salir de España, nosotros elegiríamos el verdor y la magia del Parque Rural de Anaga, en Tenerife. Este lugar está cubierto de un manto verde de laurisilva. Es húmedo y lluvioso, de ahí su color intenso; y está repleto de recovecos donde viven variedad de animales y de aves.
Nicky, la aprendiz de bruja – Puerto de Sóller
El primer viaje de Miyazaki a Europa fue a Suecia, por eso la ciudad de Koriko, donde se desarrolla Nicky, la aprendiz de bruja, tiene cierto aire europeo: con casas de colores, ascendiendo por la ladera, con vistas de su iglesia y a orillas del mar. En realidad es una mezcla entre Estocolmo, Nápoles, Lisboa y París. Solo en Suecia, el cineasta se gastó hasta 80 rollos de película sobre las localizaciones.
En España contamos con varios pueblos de estética similar: Cudillero, Elantxobe, Villajoyosa… Pueblos costeros muy coloridos. No obstante, quizá, por buscar algo en el Mediterráneo, donde Miyazaki también estuvo de visita, el que más se le podría asemejar es el Puerto de Sóller, en Mallorca. Míralo, no nos digas que no se le parece.
Aquí, aunque no sobrevuelan brujas con Jiji, su adorable gato negro, también hay puerto, un amplio paseo, un laberinto de callejuelas que ascienden la ladera y coloridas casas de piedra que miran al mar. No hay que perderse una visita al barrio de pescadores, al mirador de Santa Catalina, el Museo del Mar, hacer una excursión hasta el faro o pasear en barca por su costa.
El viaje de Chihiro – Delta del Ebro
Quizá, El viaje de Chihiro es la obra más conocida de Hayao Miyazaki, ya que fue la primera película de Ghibli que ganó el Oscar a mejor película de animación, además del Oso de Oro. La historia cuenta el viaje de una niña a un mundo fantástico habitado por dioses y personajes de la cultura popular japonesa y de la religión sintoísta.
Como era de esperar, en España no hemos encontrado ningún pueblo de arquitectura tradicional nipona como la que se muestra en el film, de la que siempre hubo rumores que estuvo inspirada en la ciudad de Jiufen (Taiwán). Ni tampoco la casa de baños Dogo Onsen, uno de los balnearios más prestigiosos del país. Lo que sí tenemos es un paisaje muy similar al del reino de los espíritus que Chihiro puede contemplar desde el tren.
Este podría ser un humedal, como el Parque Natural de L´Albufera de Valencia; el Mar Menor, en Murcia; o el Parque Natural del Delta del Ebro, en Tarragona. En este último, además, entre los arrozales se pueden ver barracas aisladas, rodeadas de agua como en El viaje de Chihiro.
El Delta del Ebro es uno de los deltas más importantes del Mediterráneo. En el siglo XIX se llenó de arrozales y, desde 1996, ese arroz cuenta con la certificación de Denominación de Origen Delta del Ebro.
Ponyo en el acantilado – Cudillero
En el documental Miyazaki: el rey del anime, el cineasta japonés cuenta muchas curiosidades acerca de sus trabajos. Una de ellas es que, en Ponyo, que es una especie de sirenita ecologista, se inspiró en su hijo de entonces 5 años para hacer uno de los personajes principales (Sosuke). Aunque el cineasta japonés no suele dar pistas del lugar en el que se desarrollan sus historias, en este caso, un dibujo de una pancarta en la que aparece escrito “santuario Numa Kuma” puso muy contentos a los vecinos de Tomonoura, en Japón.
Este pueblo es muy similar al que aparece en Ponyo en el acantilado: es pesquero, de casas bajas, cuenta con diversas islas en sus alrededores… Aunque no sabemos si hay tanto oleaje como en el film.
Su equivalente español, no obstante, sí lo tiene. Y es que, aunque ha costado elegir entre los muchos pueblos costeros de España, es posible que Cudillero (Asturias) sea el que más se le asemeje. ¿Por qué? Pues por sus casas de colores junto al puerto. Porque suben escalonadas por la ladera hacia el cielo. Y porque, como hemos mencionado anteriormente, aquí hay tantas olas como las que han sido todo un desafío para el Studio Ghibli. De esto último hay que destacar, aunque como buen fan seguro que ya lo sabrás, que muchas películas de Miyazaki son predigitales, por lo que están dibujadas a mano. ¡Un trabajazo!
Este pequeño pueblo asturiano huele a salitre, a pescado y a marisco. Es un pueblo de pescadores por lo que, además de barcos, al igual que en Tomonoura, frente a la costa de Cudillero también se pueden ver islas: las de Peña de la Cruz y Las Colinas.
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
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