Un baño entre montañas: la piscina natural escondida en los Picos de Europa

Escrito por

28.08.2025

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7min. de lectura

Olla de San Vicente, en Cangas de Onís, Asturias.
Olla de San Vicente, en Cangas de Onís, Asturias. Por aljndr

La Olla de San Vicente es uno de esos lugares que condensan lo mejor de Asturias: naturaleza salvaje, agua cristalina, tradición y un toque de aventura accesible para todos. Una piscina natural creada por el río Dobra, muy cerca de Cangas de Onís, que parece sacada de un catálogo de viajes. Sí, tiene aire de “paraíso escondido” entre los Picos de Europa

Y, aunque es cierto que cada vez lo conoce más gente, podemos afirmar de primera mano que sigue teniendo esa magia de los sitios a los que se llega andando. El premio final es un paisaje que parece sacado de una postal.

Un poco de historia, ¿por qué se llama así?

El nombre de Olla de San Vicente viene de su forma: una especie de poza redonda natural, profunda y con aguas remansadas. El nombre se popularizó por los vecinos, que comenzaron a llamarla «olla», por su parecido con este utensilio de cocina. Incluso los hay que se refieren a ella como «cuchara».

El río Dobra ha sido históricamente un punto clave para la vida de los pueblos de la zona: pesca de truchas y salmones, molinos, lavado de ropa en sus orillas… Hoy, más que por su función, se valora por la belleza de sus piscinas naturales. 

Olla de San Vicente, Cangas de Onís (Asturias)
Olla de San Vicente, Cangas de Onís (Asturias). Por M. Perfectti

Cómo llegar a la Olla de San Vicente

La Olla de San Vicente está en el Parque Nacional de los Picos de Europa, aunque técnicamente pertenece al concejo de Amieva. Se encuentra a unos 7 kilómetros de Cangas de Onís, por lo que es la excursión perfecta si estás pasando unos días en la zona o estás cerca de los lagos de Covadonga.

Como todo paraíso natural, no esperes una carretera que te deje en la orilla de la poza. Para llegar a la Olla de San Vicente hay que andar un poco (y eso forma parte de su encanto). 

Playa fluvial Olla de San Vicente, en Cangas de Onís (Asturias). Por Ania
Playa fluvial Olla de San Vicente, en Cangas de Onís (Asturias). Por Ania

La ruta comienza en el puente del Dobra, a unos 10-15 minutos en coche desde el puente viejo de Cangas de Onís. Está justo después de pasar el pueblo de Tornín, a mano izquierda. Allí encontraremos un restaurante con aparcamiento, aunque es solo para clientes. Hay otro público, aunque conviene llegar pronto, ya que es pequeño y en temporada alta suele estar completo.

El trayecto es bastante sencillo: sigue el curso del río y no tiene pérdida. No hace falta guía, aunque en verano puedes encontrarte grupos organizados.

Ruta a la Olla de San Vicente, en Cangas de Onís

Camino de el Tornín a la Olla de San Vicente, en Cangas de Onís (Asturias)
Camino de el Tornín a la Olla de San Vicente, en Cangas de Onís (Asturias). Por unai

La caminata hasta la Olla de San Vicente son unos 3 kilómetros (ida). El camino es sencillo, apto para familias con niños, aunque hay algún tramo en el que hay que tener algo de cuidado, pues caminar entre piedras es incómodo y, si están húmedas, hay riesgo de resbalarse. Discurre junto al río Dobra, lo que significa que hay bastante vegetación que da sombra y hace fresquito. Solo hay que seguir el relajante sonido del agua. Durante el trayecto, te irás encontrando con pequeñas pozas y rincones para sentarte a descansar.

Longitud: 6 kilómetros

Dificultad: fácil

Tipo de ruta: lineal

Track de Wikiloc

Al final de la ruta, tras unos 40-50 minutos caminando a paso tranquilo, aparece la Olla de San Vicente: una gran poza de aguas cristalinas, fondo de arena y rodeada de paredes de roca y vegetación exuberante.

Eso sí, ¡está fría de narices! El río Dobra es un afluente del Sella, y sus aguas vienen directas de la montaña, de León. En pleno agosto quizá agradezcas el frescor pero, en primavera o finales de verano, el agua puede estar helada. 

El secreto mejor guardado de los vecinos

Piscina natural Olla de San Vicente, en Cangas de Onís (Asturias)
Piscina natural Olla de San Vicente, en Cangas de Onís (Asturias). Por M. Perfectti

Aquí viene la gran pregunta: ¿es un sitio secreto o está masificado? Pues depende de cuándo vayas. Aunque no es uno de los rincones más turísticos del oriente de Asturias, para los locales sí es bastante conocido. No estará tan lleno como Gulpiyuri, pero hay familias, grupos de amigos y senderistas, sobre todo en verano y con buen tiempo. 

Si se puede, lo más recomendable es ir entre semana o fuera de temporada alta. El lugar estará mucho más tranquilo. 

¿Cuánto cuesta?

La mejor parte: es gratis. No hay entrada, ni parking de pago (al menos de momento). Eso sí, ten en cuenta que el aparcamiento que está donde se inicia la ruta en temporada alta puede estar bastante concurrido.

Consejos prácticos para tu visita

  • Calzado cómodo: aunque la ruta es fácil, son 3 km de ida y otros tantos de vuelta. Además, en la poza hay bastantes piedras. SI te vas a bañar, no está de más llevar escarpines o cangrejeras.
  • No dejes basura: parece de sentido común, pero la masificación estival a veces deja huella.
  • Evita los días de lluvia intensa: el río puede crecer y el terreno embarrarse.

Qué más ver en Cangas de Onís

Cangas de Onís, en Asturias. Por Marques
Cangas de Onís, en Asturias. Por Marques

La Olla de San Vicente es perfecta para darnos un chapuzón por la mañana o por la tarde por lo que, ya que estás por la zona, hay mucho más que ver en sus alrededores. Cangas de Onís es uno de los pueblos más populares y bonitos de Asturias. Y no le faltan motivos. 

Para empezar, aquí es donde está el famoso puente “romano” (en realidad es medieval) con la Cruz de la Victoria. Es el símbolo de Asturias, que puedes ver también en su bandera y en su escudo. El original está en la Cámara Santa de la catedral de Oviedo y, según la leyenda, es la cruz que Don Pelayo llevó en la Batalla de Covadonga.

La cueva de la virgen de Covadonga (Asturias). Por M. Perfectti.
La cueva de la virgen de Covadonga (Asturias). Por M. Perfectti.

Otro de los imprescindibles, incluso para cualquier asturiano, es subir a Covadonga. Aquí está la basílica y la Santa Cueva, el hogar de la “Santina”, la patrona de Asturias. De esta gruta cae una bonita cascada y, justo a los pies del salto, podemos visitar la fuente de los Siete Caños. Según la leyenda, si bebes de todos ellos, “te casas dentro del año”. 

No podemos abandonar Covadonga sin una subida a los lagos, uno de los paisajes más representativos y bonitos de Asturias. En el post de «Qué ver en Cangas de Onís en 48 horas» podrás tener más detalle de todo lo que hay por conocer.

Los alrededores están repletos de restaurantes de carretera donde podemos degustar la gastronomía típica: desde la fabada o el pote asturiano, pasando por el cachopo y los escalopines, hasta unos tortos de maíz con picadillo. Todo ello acompañado de unos «culines» de sidra.  

Laura Fernández

Laura Fernández

Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.

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