Ruta a los petroglifos de Teo: los mensajes ocultos en la roca

Escrito por

31.08.2025

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Vista nocturna del petroglifo de río Angueira, en Teo (A Coruña). Autoría: Colectivo A Rula, cedida por la Deputación da Coruña
Vista nocturna del petroglifo de río Angueira, en Teo (A Coruña). Autoría: Colectivo A Rula, cedida por la Deputación da Coruña

La historia de la humanidad no solo está en los libros. Ahí fuera, y donde uno menos se lo espera, hay huellas de antiguos pueblos que nos cuentan mucho de cómo se vivía entonces, cómo se alimentaban, en qué creían. Son conocidas las pinturas rupestres y, quizás menos, los petroglifos. Se trata de representaciones gráficas grabadas en rocas o piedras al aire libre, generalmente realizadas por pueblos prehistóricos que no tenían sistema de escritura.

Los petroglifos son grabados esculpidos a través del desgaste de la capa superficial de las rocas. Representaban figuras humanas, animales, símbolos geométricos y otras imágenes de difícil interpretación. Se cree que era una forma de comunicación visual de las culturas del Neolítico y están considerados arte rupestre. Es posible encontrar estas tallas en la piedra en diversas partes del mundo. En el municipio de Teo, en la provincia gallega de A Coruña, existe una interesante concentración y una ruta perfectamente señalizada para conocerlos de primera mano.

Una ruta por la Edad del Bronce en Galicia

La ruta de los petroglifos de Teo está muy cerca de Santiago de Compostela y es fácil de seguir con las marcas blancas y amarillas del PR-G 238. Está muy bien señalizada y acondicionada, por lo que no tiene pérdida y es apta para hacer con peques. Son 12 kilómetros con 250 metros de desnivel positivo (y otros tantos de bajada). Es parcialmente circular y requiere entre 2 y 3 horas para completarla.

Longitud: 12,1 kilómetros

Dificultad: moderada

Tipo de ruta: circular

Track en Wikiloc

No os preocupéis, porque no tenéis que estar examinando todas las rocas que os encontraréis por el camino para observar sus representaciones prehistóricas: hay carteles que marcan la ubicación de los petroglifos. Para ver bien los grabados en las rocas, lo mejor es hacer la ruta a primera hora del día (en el amanecer) o a última hora (en el atardecer). Momentos en los que la luz cae de forma oblicua y permiten observar con mayor nitidez los relieves. También se puede hacer de noche llevando linternas. De hecho, el Concello y el Colectivo A Rula a menudo organizan paseos nocturnos con guía y explicaciones.

Capilla de Cornide, en Teo (A Coruña). Autoría: Colectivo A Rula, cedida por la Deputación da Coruña
Capilla de Cornide, en Teo (A Coruña). Autoría: Colectivo A Rula, cedida por la Deputación da Coruña

Empezamos a andar. El inicio y fin del recorrido es la aldea de Cornide, junto a la capilla de los Milagros y Desamparados. En este punto sale el camino hacia el sur y sigue el curso del río Angueira, atravesando un bonito bosque de ribera aderezado con puentes, pozas y molinos harineros. En días de calor, estos rincones de agua son un buen oasis para poner los pies a remojo.

Al poco de comenzar, en apenas un kilómetro, se encuentra el primer desvío para descubrir las primeras huellas de la Edad del Bronce de la caminata. Se trata de dos de los más destacados por el Ayuntamiento de Teo: una piedra con círculos concéntricos y otra con una escena de caza con jinetes tras una manada de ciervos. Otro petroglifo interesante que se puede ver durante la ruta es el de Outeiro do Corno 1, en el que se aprecia una espada y una figura abstracta que se cree que representaría un ídolo o héroe de la época.

Petroglifo de Outeiro do Corno, en Teo (A Coruña). Autoría: Colectivo A Rula, cedida por la Deputación da Coruña
Petroglifo de Outeiro do Corno, en Teo (A Coruña). Autoría: Colectivo A Rula, cedida por la Deputación da Coruña

La ruta de los petroglifos de Teo prosigue por el área arqueológica de monte Piquiño, una penillanura preciosa desde el punto de vista paisajístico y rica culturalmente. Y es que es una de las zonas con mayor concentración de grabados rupestres, con unas 10 estaciones, que es el nombre que recibe cada uno de estos hallazgos. Además, hay una necrópolis de 30 túmulos y dos menhires llamados Eira dos Mouros, que se cree que podrían pertenecer a algún dolmen cercano. Al rico patrimonio prehistórico del enclave hay que sumarle los miradores espectaculares que hay sobre el valle desde el monte Piquiño.

Otros petroglifos destacados del lugar son el de Fondao, el de Trono da Raíña y el de la Pedra Bicuda de Regoufe. Este último tiene un completo panel con ciervos, escenas de monta, motivos geométricos circulares y figuras poco habituales en estos grabados, como un posible ídolo y una espiral. A los 5,70 kilómetros de haber empezado a caminar, volveremos sobre nuestros pasos en dirección a la aldea de Cornide.

Petroglifo de Pedra Bicuda, en Teo (A Coruña). Autoría: Colectivo A Rula, cedida por la Deputación da Coruña
Petroglifo de Pedra Bicuda, en Teo (A Coruña). Autoría: Colectivo A Rula, cedida por la Deputación da Coruña

Otra caminata cercana para ver petroglifos: la ruta da Portela de Villestro

Si os ha sorprendido el recorrido de los petroglifos de Teo, a unos 14 kilómetros, hay otro similar: la ruta da Portela de Villestro. En este caso, hay que acercarse el Centro de Interpretación de Villestro (CIVI), que es una antigua escuela de la feligresía de Santa María de Villestro. En la actualidad busca valorizar el rural compostelano y tiene una exposición permanente: Compostela rupestre, que da a conocer la riqueza arqueológica de la zona.

Longitud: 3,76 kilómetros

Dificultad: moderada

Tipo de ruta: circular

Track de Wikiloc

Al lado de este edificio ya se puede observar el primer petroglifo: un grabado de círculos concéntricos con un radio que atraviesa los anillos. Aquí comienza una ruta sencilla de apenas 3,7 kilómetros con una subida de 145 metros. Se dirige al monte San Miguel y, a la altura de Quintáns, enlaza con el Camino de Santiago en su prolongación hacia Fisterra. Tras superar el Ponte da Brea, se pueden contemplar los petroglifos do Rexío. El más espectacular está en la roca más pequeña, con una representación que parece una figura femenina recostada sobre el suelo.

Petroglifo de ciervo con cornamenta, en Portela de Villestro (A Coruña). Autoría: Parque Compostela Rupestre
Petroglifo de ciervo con cornamenta, en Portela de Villestro (A Coruña). Autoría: Parque Compostela Rupestre

Durante el sendero se pueden observar otras huellas de la Edad de Bronce como el petroglifo con cazoletas de Agro do Campo, y la zona A Devesa da Rula, otra gran concentración de grabados rupestres en piedras con hasta 10 estaciones diferentes. Hay que fijarse especialmente en Devesa da Rula 1 y Devesa da Rula 2 o Pedra Mencía, las más sorprendentes. Una vez en la parte alta de la colina, es momento de descansar y contemplar las vistas que deja el precioso mirador que se alza sobre el valle del río Roxos. En la vuelta aún se pueden ver uno de los petroglifos más relevantes de la comarca: la Pedra da Loba, con caballos, jinetes y ciervos.

Raquel Andrés

Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.

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