Pueblos con ADN volcánico

Escrito por

25.05.2025

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¿Sabías que en España hay pueblos que literalmente emergen del fuego? Vivimos en un país con una historia geológica tan rica que no es raro encontrar poblaciones que han brotado sobre tierras marcadas por antiguos volcanes. Se trata de localidades con un encanto especial, con calles serpenteantes entre coladas de lava fosilizadas, casas construidas con piedra volcánica o paisajes que parecen sacados de otro planeta.

Y aunque mucha gente crea que el patrimonio vulcanológico se circunscribe exclusivamente a las islas Canarias, no están en lo correcto. Así que, para comprobarlo y conocerlos nos escapamos a cinco destinos donde la geología ha dictado la arquitectura, la gastronomía y hasta el carácter de sus gentes.

Garachico (Santa Cruz de Tenerife)

Piscinas naturales de El Caletón, Garachico (Tenerife)
Piscinas naturales de El Caletón, Garachico (Tenerife). Por Balate Dorin

El pintoresco municipio de Garachico, situado al noreste de Tenerife, está considerado por muchos como el pueblo más bonito de toda la isla. Este reconocimiento viene motivado por su precioso casco histórico que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1994. Así como por la naturaleza que lo envuelve, con palmeras y bancales de plataneras adornando un paisaje volcánico especialmente abrupto.

Pero todo su esplendor en 1706 fue prácticamente arrasado por la erupción del volcán de Trevejo. Lo que en cualquier otro lugar habría supuesto el fin aquí se transformó en oportunidad, y es que la lava que arrasó su puerto, el de mayor actividad comercial de la isla por aquel momento, también creó las famosas piscinas naturales de El Caletón. Hoy uno de sus grandes reclamos turísticos. A todo el patrimonio paisajístico y arquitectónico que atesora esta población tinerfeña, hay que sumarle su deliciosa gastronomía, rica en productos del mar y siempre acompañada del vino blanco local con denominación de origen Ycoden-Daute-Isora.

Olot (Girona)

Volcán de Croscat, Olot (Girona)
Volcán de Croscat, Olot (Girona). Por Ionut

¿Te imaginas vivir dentro de un parque volcánico? Pues eso es exactamente lo que pasa con la localidad gerundense de Olot. Esta población de la comarca de La Garrotxa se encuentra rodeada de más de 40 conos volcánicos, y una treintena de coladas de lava, lo que convierte a su entorno en uno de los paisajes volcánicos mejor conservados de toda Europa. Más concretamente, en medio de esta villa se encuentra el volcán de Montsacopa con su cráter de 120 metros de diámetro.

Pero no hay nada que temer, ya que la última erupción en la zona se produjo hace 11.000 años. El parque natural dispone de varios itinerarios pedestres que transcurren por los lugares más interesantes como el volcán Croscat, el más joven, o las coladas de lava del Molí Fondo. Una vez en el municipio, toca perderse por su casco antiguo, visitar el Espacio Cráter, un museo interactivo sobre volcanes, admirar los edificios de Domènech i Montaner y degustar su rica cocina volcánica, ¡eso existe!

Almagro (Ciudad Real)

Plaza Mayor de Almagro (Ciudad Real)
Plaza Mayor de Almagro (Ciudad Real). Por Daniel Capilla

Y, aunque quizá parezca mentira, otra de las zonas volcánicamente activas, es la comarca ciudadrealeña de Campo de Calatrava. Su área volcánica ocupa una extensión de 5.000 metros cuadrados que abarca localidades tan conocidas en la provincia de Ciudad Real como Almagro.

¡Has leído bien! Además de visitar su Plaza Mayor, probablemente la más hermosa y original de cuantas lucen en Castilla-La Mancha, su entramado de iglesias, conventos, casas solariegas y otros monumentos que justifican su visita, ahora ya sabes que se encuentra en territorio volcánico. Este hecho, representa el equilibrio entre la sofisticación cultural de esta villa y un subsuelo que alguna vez ardió.

En tu próxima escapada a Almagro, verás este municipio con otros ojos, ¿no crees? De hecho, esta zona te brinda la oportunidad de no tener que coger ningún avión para visitar un volcán, pues directamente lo puedes hacer en la península. Y es que, entre Granátula y Valenzuela de Calatrava se encuentra Cerro Gordo, el primer volcán musealizado de la Península Ibérica.

San José, Cabo de Gata (Almería)

Arrecife de las Sirenas, Cabo de Gata-Níjar (Almería)
Arrecife de las Sirenas, Cabo de Gata-Níjar (Almería). Por Cavan

Otro territorio peninsular que cuenta con varias zonas volcánicas consideradas inactivas es el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, en Almería. Aunque sea más conocido por sus playas salvajes y su luz desértica, este entorno atesora restos de actividad volcánica que se pueden recorrer a pie a través de los senderos que surcan el parque natural.

En pueblos como San José, Las Negras o Rodalquilar, la huella volcánica es evidente: acantilados afilados, colinas de basalto y calas escondidas formadas por lava solidificada.

Precisamente, San José, una antigua villa pesquera reconvertida en refugio de artistas, mochileros chic y familias, es el mejor punto de partida para explorar este auténtico e impresionante paraje. Desde este municipio, en menos de diez minutos, puedes plantarte en algunas de las calas más espectaculares como la playa de Mónsul o la playa de los Genoveses, y ver el contraste entre el azul intenso del mar y el terreno árido. La localidad, además, ha sabido mantener ese equilibrio que tanto cuesta en términos turísticos: el de crecer sin perder su autenticidad. Sus construcciones bajas y de paredes blancas, las terrazas con vistas al mar y los restaurantes donde comer rico mantienen viva su esencia.

Tejeda (Las Palmas de Gran Canaria)

Caldera de Tejeda, (Gran Canaria)
Caldera de Tejeda, (Gran Canaria). Por mehdi33300

Visitar Tejeda es como visitar directamente el corazón geológico de Gran Canaria. Esta preciosa población, situada a más de 1.000 metros de altitud, no es solo uno de los pueblos más bonitos de España, es el centro de un cráter gigantesco, la llamada Caldera de Tejeda, formada tras una explosión volcánica descomunal hace millones de años.

Y esa historia geológica sigue latente en el presente, en su paraje, en todo lo que verás en tu escapada: montañas escarpadas, roques puntiagudos como el Roque Nublo o el Roque Bentaya o barrancos que serpentean como si la lava aún los esculpiera. Pero Tejeda no es solo paisaje, también es gastronomía. Aquí huele a almendra, el fruto en el que está basada su repostería tradicional. Y, por si fuera poco, los cielos de este municipio son un verdadero espectáculo.

De noche, desde cualquiera de sus miradores, podrás admirar un cielo estrellado que en pocos lugares verás. Así que, ya sabes, una escapada rural te espera. Aquí la desconexión y la tranquilidad son quienes te recibirán.

Miriam Tejada

Miryam Tejada

Mi título universitario dice que soy licenciada en periodismo, pero realmente soy una todoterreno a la que le pilló la transición del mundo analógico al digital de pleno. Es decir, soy millennial, y eso lo que conlleva, según las habladurías, es que me dejo llevar y priorizo mi bienestar. O lo que es lo mismo, soy una apasionada de los viajes y las experiencias, del simple hecho de tomar unas cervezas entre amigas, organizar una buena comilona en la sociedad con sobremesa larga incluida o pasar las tardes en el parque con mis gemelos.

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Montaña de Montserrat, en Barcelona.