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El otoño es un buen momento para hacer una escapada que nos dé fuerzas renovadas para seguir con la rutina del día a día. La provincia de Málaga, con sus suaves temperaturas en esta época del año, es un destino ideal para pasear por municipios llenos de historia, cultura y rincones sorprendentes.
Las montañas que siguen a la costa malagueña dejan un paisaje salpicado de pueblos blancos con calles encaladas y paisajes de ensueño para recorrer en un viaje sin prisas. Además, son lugares en los que la presencia árabe ha dejado su impronta a través del arte, fortalezas, aljibes y otras construcciones. ¿Os animáis a descubrirlos?
Ronda, el pueblo que dejó sin habla a los intelectuales

Es difícil no enamorarse de Ronda. Uno de los Pueblos Blancos más conocidos de la Costa del Sol ya fascinó a artistas e intelectuales de la talla de Ernest Hemingway, Orson Welles, Rafael Alberti o Federico García Lorca. Si nos preguntáis qué hay que ver aquí, os diremos que todo.
Su gran emblema es el Puente Nuevo del siglo XVIII y de casi 100 metros de altura que atraviesa el Tajo de Ronda, un corte en la montaña que deja una fotografía sobrecogedora. Pero eso es solo un aperitivo de la gran riqueza de un pueblo que está declarado Conjunto Histórico-Artístico desde hace más de 50 años.
También hay que ver el Puente Viejo del siglo XVII, el Arco de Felipe V, el banco de piedra rodeado de leyendas llamado el Sillón del Moro, el Palacio de Mondragón del siglo XIV y que hoy alberga el Museo de Ronda, el Palacio del Marqués de Salvatierra, la Casa de San Juan Bosco, la Casa del Gigante, el Palacio del Rey Moro, la plaza de toros o los Baños Árabes, que son los mejor conservados de España. Presentan estilos que van desde la huella árabe hasta el modernismo.
Frigiliana, un lugar pintoresco en plena naturaleza

En el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama se encuentra el pueblo pintoresco de Frigiliana. En plena naturaleza, destacan sus casas blancas y un pasado morisco que se aprecia claramente en unas calles estrechas y pasadizos por las que merece la pena pasear sin prisas. Es un lugar para conocer el conjunto arquitectónico popular de origen árabe más puro que hay en la provincia de Málaga.
Otra huella de ese pasado está en el Castillo Lízar, del siglo IX, en ruinas en la parte alta del pueblo. En Frigiliana hay que ver la iglesia de San Antonio, un templo de estilo renacentista del siglo XVII, así como la ermita del Santo Cristo de la Caña, que tiene la venerada talla de estilo neobarroco “Ecce Homo”.
En este pueblo tenéis la oportunidad de conocer la única fábrica tradicional de miel de caña en Europa: Nuestra Señora del Carmen, ubicada en el Palacio de los Condes o “El Ingenio”.
Comares, el balcón de la Axarquía

De lejos, parece sorprendente que haya enraizado un pueblo en lo alto de una meseta. Así es, se trata de Comares, un núcleo de casitas blancas, laberínticas callejuelas y arquitectura morisca que se alza sobre los 700 metros de altitud.
Por algo se le conoce también como “el balcón de la Axarquía”, ya que está en la frontera entre esta comarca y los Montes de Málaga. Es una de las paradas obligatorias de la Ruta de la Pasa que discurre por los pueblos con las mejores del mundo.
Además de dejaros seducir por el paisaje, es interesante ver la herencia árabe de Comares de construcciones como el Aljibe de Mazmúllar del siglo XIII y el Castillo, que conserva dos de sus torreones y una parte de la antigua muralla (conocida como La Tahona). La iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación es otro enclave a visitar: es un templo de estilo mudéjar, con una torre con arcos mozárabes.
Mijas y sus burros-taxi

Mijas es otro de los pueblos blancos imprescindibles para recorrer este otoño en Málaga. Es un municipio de montaña que mira al mar y tiene atractivos turísticos preciosos, como su casco antiguo, los Jardines –que tienen flores todo el año– y el Mirador de la Muralla, uno de los más impactantes de la Costa del Sol.
Además, el Centro de Arte Contemporáneo alberga obras de autores relevantes como Pablo Ruiz Picasso, Salvador Dalí o Joan Miró. Es curiosa la ermita Virgen de la Peña, que fue excavada en la roca por un monje en el siglo XVII.
Pero si por algo es conocida la ecléctica Mijas es por sus burros-taxi. Ante la falta de otro medio de transporte, en los años 60 muchos trabajadores del pueblo volvían a sus casas en burro. Era la época del boom del turismo en España y a muchos visitantes extranjeros les hacía gracia esa estampa tan rural. Así que comenzaron a estar muy solicitados para hacerse fotos o para dar una vuelta.
Esa demanda inesperada creó los actuales burros-taxi, una experiencia que hay que vivir en Mijas y que en la actualidad cuenta con una regulación específica para garantizar el bienestar de los animales y evitar la explotación turística.
Ardales, tras los pasos del rey

Seguro que habéis oído hablar del Caminito del Rey, el paseo senderista más conocido de Málaga, en el Desfiladero de los Gaitanes. Pues bien, se encuentra en el pueblo de Ardales, en la cara norte de la Sierra de las Nieves. La extraordinaria ruta entre las paredes de 300 metros del estrecho cañón que hizo en su día el monarca Alfonso XIII –de ahí su nombre– es su principal atractivo turístico, pero tiene muchos más.
En Ardales también podéis explorar su pasado andalusí en las ruinas de Bobastro, un vestigio del siglo IX que está formado por un templo excavado en la roca y por el Castillo de la Peña, un conjunto de dos recintos amurallados y nueve torres. Siguiendo el cauce del río, a 3 kilómetros está el Castillo de Turón, erigido por Muhammad V en el siglo XIV para defenderse de las incursiones castellanas.

Pero los árabes no son los únicos que han dejado huella en Ardales; en el mismo paraje, se puede cruzar el Puente Romano de la Molina. Más restos del pasado los veréis en el Cerro de las Aguilillas, donde hay una necrópolis prehistórica, y en la Cueva de Doña Trinidad Grund, con un interesante yacimiento prehistórico con arte rupestre, estalactitas y estalagmitas.
Se organizan visitas guiadas, para lo que hay que hacer reserva previa. Para tener una visión más global y profunda, os recomendamos visitar el Museo de la Historia y las Tradiciones y el Centro de Interpretación de la Prehistoria de Ardales.
Una rica historia, monumentos impresionantes y paisajes emocionantes son señas de identidad de la Costa del Sol malagueña. ¡Y solo hemos dejado una pequeña selección! ¿Queréis conocer más pueblos que merecen una visita? Puedes descubrirlos aquí.

Raquel Andrés
Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.