Ruta al monte la Picota: búnkeres, ruinas y vistas al mar

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11.05.2025

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Monte la Picota de Cantabria. Por Noradoa.
Monte la Picota de Cantabria. Por Noradoa.

Aunque el concepto ‘mejores vistas’ suele ir acompañado por el de altitud, no siempre es así. A veces, las panorámicas espectaculares no requieren subidas trabajosas sino que se llega a ellas por caminos sencillos y asequibles para toda la familia. Es el caso de la ruta al monte la Picota, en Cantabria. Es ideal para esos días en los que se tienen ganas de aventuras sin demasiados riesgos. 

Ruta a la cima del monte la Picota

La cima del monte la Picota está a solo 240 metros de altura por encima del nivel del mar. El camino más corto es el que empieza en Mortera: tiene unos 2 kilómetros de longitud, un desnivel positivo de unos 165 metros y se completa en una media hora (solo ida). El nivel de dificultad es fácil, aunque si llueve hay que tener cuidado con los resbalones. Se aconseja llevar alguna cámara para hacer fotografías porque el entorno no puede ser más propicio.

Longitud: 2 kilómetros

Dificultad: fácil

Tipo de ruta: lineal

Quienes lleguen al pueblo de Mortera en coche pueden aparcar justo al inicio de la ruta, aunque también hay espacio al lado del cementerio. Para comenzar el ascenso, hay que tomar una pista a la que se entra por una verja verde. El camino está indicado por una señal, así que solo hay que seguirlo. Tras el primer kilómetro, aproximadamente, aparece una bifurcación señalizada que da la opción de desviarse al monte Tolío, si se va por la derecha; o al monte la Picota, por la izquierda. Como el objetivo está claro, escogeremos el segundo camino y avanzaremos un poco más hasta el final de la pista forestal.

Vistas desde el monte la Picota en Cantabria. Por Noradoa.
Vistas desde el monte la Picota en Cantabria. Por Noradoa.

A partir de ahí comienza la parte más empinada de la ruta, que transcurre por un sendero más estrecho, hasta alcanzar el punto más alto de la montaña. Es también el más elevado de la sierra de Liencres, a la que pertenece. Un poco antes de llegar ahí, hay un banco en el que sentarse a recuperar un poco el aliento y sobre todo, a disfrutar de las vistas. El auténtico premio visual está en la cima.

Qué ver en el monte la Picota: búnkeres y restos de un castillo

Desde ahí se puede ver la desembocadura del río Pas, el estuario que acaba en el Cantábrico, la ría de Mogro y el pinar de Liencres. Asimismo, se puede atisbar la bahía de Santander, la peña Cabarga o Torrelavega, entre otros lugares de referencia. Visualizar la salida o la puesta de sol desde estas coordenadas es todo un regalo de la naturaleza.

Atardecer desde el monte la Picota en Cantabria. Por pecasgd.
Atardecer desde el monte la Picota en Cantabria. Por pecasgd.

En lo alto de la Picota hay un vértice geodésico que indica la altura del monte, así como restos defensivos de la Guerra Civil: búnkeres, trincheras y refugios antiaéreos. También descansan las huellas de lo que un día fue el castillo de Liencres o de Pedraja. Se cree que fue fundado por el noble castellano Garcilaso I de la Vega entre los siglos XIII y XIV para proteger su señorío. A día de hoy se puede apreciar lo que fue la torre, el foso y la cerca. Desde 2004 está considerado yacimiento arqueológico, por lo que goza de protección.

Para volver al pueblo solo hay que desandar los pasos de subida. Al llegar a la bifurcación, podemos aprovechar para desviarnos y acceder al monte Tolío, desde cuya cima se obtienen vistas muy similares a las de la Picota. También hay ruinas de las fortificaciones defensivas de la Guerra Civil, pues se extendían por toda esa zona). El trayecto desde Mortera es el más corto y el que más se utiliza, aunque quienes quieran dar más pasos pueden partir desde Liencres o Boo de Piélagos, que son localidades cercanas.

Las cercanías de la ruta al monte de la Picota

Además de premiar con vistas espectaculares un esfuerzo físico módico, la ruta al monte de la Picota también tiene otra ventaja: está a unos 15 minutos de Santander por carretera. Por lo tanto, resulta ideal para aquellos urbanitas que quieran escaparse un poco del asfalto. Aunque la capital de Cantabria no sea una ciudad tan contaminada como otras, nunca va mal respirar aire limpio con aroma a salitre.

Costa Quebrada de Cantabria.

La Costa Quebrada que se avista desde lo alto del monte es una de las maravillas geológicas de la comunidad. De hecho, el 7 de septiembre de 2024 recibió el nombramiento de Geoparque Mundial por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Calas preciosas muy cerca del monte de La Picota

Pero, más allá de las transformaciones a las que el mar Cantábrico ha sometido a la Tierra en su tramo de Santander a Liencres desde hace 125 millones de años, lo que más llama la atención a los visitantes son sus playas, sus calas y sus dunas. Hay para todos los gustos y cada una es una oportunidad para disfrutar de la naturaleza de diferente manera.

Playas de España. Playa de Covachos, Cantabria
Playa de Covachos. Por akturer

Por ejemplo, la playa de Covachos ofrece un paseo inusual ya que cuando la marea está baja se puede caminar hasta el islote homónimo. Eso sí, para llegar a ella hay que tener cuidado, el acceso no es sencillo, pero eso también garantiza un poco de tranquilidad. Está permitido el nudismo. La playa de Portio tiene una entrada más sencilla, aunque es pequeñita (tiene menos de 200 metros), así que hay que contar con que hay días en los que se puede llenar. Justo enfrente de ella está la playa de Cerrias, de características similares.

Una isla, una virgen y piratas

Pero uno de los lugares más visitados de la Costa Quebrada no es una playa: es la isla de la Virgen del Mar, patrona de Santander desde 1979. En ella está la ermita que custodia la talla de la virgen que data de los siglos XIII o XIV y es de estilo gótico. Se dice que la imagen apareció flotando en el agua cerca del lugar donde reside, aunque otra teoría afirma que los vecinos intentaron construir un templo en homenaje a la virgen en otro sitio, pero el mar devolvía los materiales a la isla. Ninguno de estos datos está verificado, pero sí el que afirma que en 1530 unos piratas robaron la figura pero el barco naufragó en Castro Urdiales y pudo volver a su lugar de residencia.

Perfil Carmen López, periodista

Carmen López

Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.

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