La Ruta Robert Capa de Aitona: el reportero que retrató la Guerra Civil

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11.04.2025
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13min. de lectura
Milicianos resguardados en las formaciones rocosas de Serrabrisa, en Aitona. Por Robert Capa / Magnum Photos.
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Los aficionados a la fotografía, la historia y el reporterismo de guerra tienen un lugar de visita obligada muy cerca de Barcelona. Hablamos de la Ruta Robert Capa de Aitona, un pueblo ilerdense de la comarca del Segrià, que el célebre reportero visitó para documentar la guerra civil española en Cataluña.
Tras un arduo trabajo de investigación, historiadores, geólogos, profesores y expertos en memoria histórica lograron identificar y localizar los puntos exactos donde Capa tomó sus fotografías. Una vez conseguido, con el apoyo del Instituto de Estudios Ilerdenses, establecieron una ruta que nos permite seguir los pasos del mejor fotógrafo de guerra de la historia por los alrededores de Aitona en la mañana del 7 de noviembre de 1938.
Quién era Robert Capa: el pionero del reporterismo de guerra

Antes de explicar los detalles de la ruta, un poco de contexto. Robert Capa es seguramente el fotógrafo de guerra más influyente de la historia, un auténtico pionero del reporterismo. Inició su carrera muy joven y pronto se convirtió en referencia por su estilo cercano, crudo y lleno de realismo. Se fijaba en todos los detalles y trataba de documentar todos los aspectos de la guerra. “Si tus fotos no son lo suficientemente buenas, es que no estabas lo suficientemente cerca”, decía.
En realidad, Robert Capa es el seudónimo que compartían el fotógrafo húngaro Endre Ernö Friedmann y su pareja, la también fotógrafa alemana Gerda Taro. Tras el fallecimiento de esta última en la batalla de Brunete, en julio de 1937, Friedmann continuó usando el apodo para firmar sus trabajos, hasta su muerte. Como su compañera, Capa acabó perdiendo la vida en el campo de batalla. Sucedió en 1954, cuando pisó una mina mientras cubría la guerra de Indochina para la revista Life.

“Si tus fotos no son lo suficientemente buenas, es que no estabas
lo suficientemente cerca”
A lo largo de veintidós años de carrera profesional, Robert Capa documentó los principales conflictos bélicos del planeta, incluida la Segunda Guerra Mundial, siempre en primera línea del frente. Así consiguió sus mejores fotos, como la célebre Muerte de un miliciano, tomada en Espejo (Córdoba), o Las magníficas once del Desembarco de Normandía. También retrató a numerosas celebridades como Hemingway, Picasso o Ava Gardner, entre muchos otros. Fue uno de los cofundadores de la agencia Magnum Photos, que hoy en día sigue siendo una de las más importantes del mundo.
El contexto histórico de las fotografías de Capa en Aitona

Una vez somos conscientes de la importancia histórica del personaje, viajamos a los primeros días de noviembre de 1938 en Aitona. En esas fechas, el ejército republicano, con el que Capa simpatizaba, lanzó su última ofensiva en Catalunya. El objetivo de la milicia era facilitar la retirada de las tropas que habían participado en la batalla del Ebro.
Los republicanos lograron sorprender al ejército franquista y lo obligaron a retroceder, aunque pronto los nacionales llevarían a cabo una gran contraofensiva. Lo que Capa inmortalizó con su cámara en los alrededores de Aitona fueron los preparativos, los primeros combates de esta ofensiva y los avances republicanos, que tuvieron lugar en la mañana del día 7 de noviembre de 1938.
Cómo surgió la idea de la Ruta Robert Capa de Aitona

Para conocer cómo surgió la idea y cómo se organizó la Ruta Robert Capa en Aitona, hemos hablado con Bea Obis, responsable de Turismo de la localidad. “Todo arranca en 2018, cuando visitamos la exposición Capa en color en el Caixaforum de Lleida y vimos que algunas de las imágenes nos recordaban mucho al entorno del Baix Segre”, comienza.
La mayoría de esas fotografías procedían de la famosa Maleta mexicana, un valiosísimo archivo gráfico compuesto por tres pequeñas cajas con 4.500 negativos y 126 carretes con fotos de Capa (Friedmann y Taro, recordad) y de su compañero David Seymour ‘Chim’. Esta maleta, que Capa intentó proteger sacándola de París cuando los nazis invadieron Francia (1939), estuvo desaparecida durante casi siete décadas.

La historia completa se cuenta en un interesante documental de producción mexicana. Finalmente, el impagable archivo reapareció milagrosamente intacto en la ciudad de México en 2007, desvelando auténticas joyas fotográficas de los tres reporteros de guerra. Entre ellas, la serie que tomó Robert Capa la mañana del 7 de noviembre de 1938 en el frente del Baix Segre.
Un intenso trabajo para localizar los escenarios… y un golpe de suerte

Conscientes de la importancia del hallazgo, “los expertos se pusieron manos a la obra para intentar ubicar las localizaciones de las fotografías”. “Al principio no tuvieron éxito”, según explica Bea Obis. Comprobaron varios lugares del entorno de Soses, a unos 5 kilómetros de Aitona, pero no acabaron de dar con el lugar exacto, así que la investigación estaba llegando a un punto muerto.
Fue aquí donde se produjo un golpe de suerte. O de sabiduría rural popular, mejor dicho. Según relata Bea, como en una escena costumbrista, “un día los investigadores estaban tomando un café en un bar de Aitona; entonces se les acercó un señor del pueblo, que al ver las fotografías, les dijo: “Esto lo tenéis aquí mismo, hacia arriba, detrás de la iglesia”.

Salieron a comprobarlo y… ¡bingo! “Empezaron a encontrar alguna de estas estructuras de piedra tan características de Serrabrisa, en los alrededores de Aitona, que coincidían perfectamente con las fotografías de Capa tomadas 86 años antes”, cuenta la responsable de Turismo.
Con este punto de partida, el geólogo e historiador Pol Galitó, especializado en la guerra civil española, se dedicó durante meses a tratar de identificar todas las fotografías posibles. De los 200 negativos de los que consta la serie, consiguió localizar de forma inequívoca unas 60 fotografías, logrando establecer la ruta que siguió el fotógrafo en su cobertura de la ofensiva republicana en el Baix Segre. “Finalmente, en 2019 inauguramos la ruta”, señala Bea Obis.
La Ruta Robert Capa de Aitona
Longitud: 1 km (aprox.)
Dificultad: fácil
Tipo de ruta: lineal
La Ruta Robert Capa de Aitona tiene aproximadamente un kilómetro y se puede recorrer en poco más de una hora. El punto de inicio de la ruta, donde tendremos espacio para aparcar, se sitúa al noroeste del pueblo, saliendo por el camino de Fraga.
El itinerario discurre por caminos polvorientos y pedregosos, tal y como hizo en su día el reportero. A lo largo del mismo, se instalaron distintos paneles informativos en los puntos identificados en las fotografías de Capa, en los que se pueden observar una treintena de imágenes perfectamente explicadas y contextualizadas.
Una oda al paisajismo histórico

Se trata de una auténtica oda al paisajismo histórico y una delicia para los amantes de la historia y de la fotografía, que casi pueden sentirse en la piel de aquellos soldados que lucharon en el frente en 1938. Capa captó la esencia de la batalla con sus imágenes del progreso de las tropas, la pasarela que instalaron para cruzar el río, los camilleros trasladando a los heridos en la retaguardia, los oficiales con sus mapas decidiendo el plan a seguir o los soldados a cubierto del fuego enemigo bajo las rocas de Serrabrisa.
La ruta está pensada para poder hacerla por libre, aunque también existe la posibilidad de recorrerla en visitas guiadas que se deben reservar previamente en el Ayuntamiento de Aitona. “Viene a visitarnos mucha gente interesada en la historia y en la Guerra Civil, expertos en memoria histórica y gente mayor, que han tenido familiares que participaron en la guerra”, explica Bea Obis.

Asimismo, la ruta es una excelente oportunidad para explicar a los escolares sobre el terreno los episodios históricos que se vivieron aquí. “Vienen muchos grupos de estudiantes de ESO y Bachillerato, porque estudian la Guerra Civil y es una manera muy didáctica de aproximarse a un tema que de otra manera suena muy lejano”, señala Bea Obis.
Otras iniciativas de Aitona relacionadas con Robert Capa

En el Ayuntamiento de Aitona, desde luego, son conscientes de la relevancia de aquella visita y de la importancia de las imágenes que Capa logró inmortalizar en el entorno de su pueblo. “Queremos dar a conocer este patrimonio porque, desde nuestro punto de vista, la ruta todavía es poco conocida. Pero aquel que la visita suele quedar fascinado, porque realmente es muy interesante”, afirma la responsable de Turismo de Aitona.
Por eso, el consistorio no duda en apostar por la figura de Capa y organiza otras actividades relacionadas con la estancia del célebre reportero en el Baix Segre. Las Jornadas Robert Capa de Aitona son desde el 2021 uno de los eventos más populares en el pueblo. Incluyen charlas, mesas redondas, recorridos guiados por la ruta y una recreación histórica en la que podemos revivir sobre el terreno este episodio de la historia de España. El próximo mes de noviembre se celebrará la cuarta edición.

Además, el pasado verano Aitona celebró la primera edición de los Premios Robert Capa, una nueva iniciativa que pretende reconocer la figura del fotógrafo y seguir difundiendo su relación con la localidad. En ellos se reconoce, por un lado, la mejor fotografía de guerra de los últimos dos años y, por otro, el mejor trabajo de investigación relacionado con la Guerra Civil.
Los premiados en esta primera edición fueron el fotógrafo barcelonés Alfons Cabrera, por su trabajo en la guerra de Ucrania; y la historiadora ilerdense Noemí Riudor, por su estudio acerca de los servicios sanitarios en el frente de guerra.
Otros enclaves de Aitona para amantes de la fotografía

La Ruta Robert Capa no es el único lugar de Aitona en el que los amantes de la fotografía encontrarán alicientes para visitar esta localidad del Baix Segre. El entorno del pueblo ofrece otros enclaves perfectos para enfocar, disparar y almacenar imágenes para el recuerdo.
En primer lugar, Aitona es famosa por sus campos de melocotoneros. En febrero y marzo, durante la floración de los frutales, los alrededores del pueblo se tiñen de rosa y se convierten en un auténtico espectáculo visual digno de visitar y de fotografiar. Un evento que se está popularizando y que cada temporada recibe un mayor número de visitantes.

También en el término municipal de Aitona encontramos el mirador de Carratalà, un lugar excepcional para contemplar el paisaje agrícola del valle del Segre. En este mirador encontraremos un conjunto patrimonial compuesto por un poblado de la Edad de Bronce (Els Pilarets), los restos de un castillo y villa medieval, y la ermita de Sant Joan de Carratalà, de estilo románico tardío. Esta última aparece de fondo en alguna de las fotografías de Capa.

Por último, otro punto muy fotografiable en el entorno de Aitona es el Arc d’Adà. Se trata de un arco de piedra apuntado que se levanta solitario en un cerro del término municipal de Llardecans, donde se ubican las ruinas del poblado deshabitado de Adar. Recientemente restaurado, el lugar es un foco de atracción para los aficionados a la fotografía y al astroturismo. Las imágenes que se obtienen allí son espectaculares, especialmente al amanecer y al anochecer.
Recomendaciones para visitar la Ruta Robert Capa de Aitona
Antes de visitar la Ruta Robert Capa, debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones que nos apuntan desde el propio ayuntamiento. En primer lugar, conviene evitar los días lluviosos o días posteriores a lluvias copiosas, ya que el terreno es pedregoso y polvoriento, y se embarra con facilidad.

El ayuntamiento decidió dejar el terreno intacto, tal como lo encontró Capa en 1938, ya que asfaltarlo le hubiera restado valor histórico al lugar y a la experiencia. “Sí que se va reponiendo tierra y acondicionando el camino regularmente”, según nos cuenta Bea Obis, para que resulte transitable, teniendo en cuenta también que lo visita bastante gente mayor.
El mejor momento del año para visitar la Ruta Robert Capa de Aitona es la primavera o el otoño. No es recomendable hacerlo en julio y agosto, ya que es una zona semidesértica, en la que se alcanzan temperaturas muy altas. Por último, aunque no es necesario ningún equipamiento de tipo técnico, sí que deberemos llevar ropa y calzado cómodos para poder movernos con agilidad por el terreno. Y por supuesto, ¡no olvides tu cámara de fotos!
Miguel Perez
Me encanta el fútbol, leer, viajar, descubrir nuevos destinos y contártelos
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