Situada en lo alto de una colina, en la comarca de Matarraña, está Valderrobres. Un pequeño pueblo al que se accede tras cruzar el río por el puente de piedra y traspasar el portal de San Roque, de sillería. Sus interiores guardan un conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón que se ha convertido en uno de los principales reclamos del turismo rural en Teruel.
Entre los monumentos que se pueden visitar está la iglesia de Santa María la Mayor, declarada Monumento Histórico durante la Segunda República española; el castillo, que preside el pueblo y desde el que se ve el valle de Matarraña; y el ayuntamiento o casa consistorial, construida en el siglo XVI. La arquitectura de este último hizo que Barcelona se fijase en él para presidir la plaza del Pueblo Español de Montjuïc.
Entre el castillo y la iglesia de Santa María la Mayor hay algunos museos como el de Valderrobres, donde se pueden contemplar piezas de arte gótico, renacentista y barroco que pertenecían a la comarca.
En un paseo por el interior de Valderrobres no hay que perderse tampoco el palau, de arquitectura gótica; la cárcel medieval, que forma parte de la ruta de las cárceles de Matarraña donde se guarda el oscuro pasado de la comarca; y el torreón medieval defensivo de Valentinet, incendiado en 1938.
La Edad Media marcó el estilo de este pequeño pueblo cuyo patrimonio goza de gran valor. Actualmente, Valderrobres es una de las siete localidades de Teruel que pertenecen a la asociación de Los pueblos más bonitos de España.
Rutas por Valderrobre
Y, aunque su casco antiguo es una auténtica joya, en una escapada rural por Valderrobres no puede faltar un recorrido por sus alrededores para descubrir la naturaleza de Matarraña. La comarca cuenta con numerosas rutas como la de los árboles, la de las cárceles, la del gótico, la ecuestre, la de los primeros pobladores, la ruta fluvial de Matarraña y la vía verde Zal de Zafán.
Además del estilo gótico que se puede encontrar en el casco antiguo de Valderrobres, la ruta recorre algunas obras eclesiásticas y civiles repartidas por todo Matarraña y que datan del siglo XIV hasta el XV. Las iglesias de Arens de Lledó, Lledó, Calaceite, Torre del Compte, Mazaleón, Valderrobres, Fuentespalda, Ráfales, y Fórnoles; además de los santuarios de la Virgen de la Fuente y de Monserrate.
La ruta de las cárceles de Matarraña cuenta con 11 calabozos situados en las entrañas de los diferentes ayuntamientos de la comarca donde se han cometido crímenes atroces. La mayor parte de ellas datan de los siglos XVI, XVII y XVIII, época en la que la Santa Inquisición castigó con penas de muerte a los herejes.
Algunas de las cárceles que se pueden visitar de la ruta son la de Mazaleón, Calaceite, La Fresneda, Ráfales, Monroyo, Fórnoles, Torre de Arcas, Torre del Compte, Fuentespalda, Valderrobres, Cretas o la de Peñarroya de Tastavins, una de las más tétricas.
Si lo que se busca es naturaleza, entonces la mejor opción es seguir el itinerario de la vía verde del Val de Zafán, que discurre por las antiguas vías del ferrocarril de la comarca que actualmente están en desuso.
La ruta, que comienza en Arnes, pasa junto a paisajes típicos mediterráneos donde predominan los olivos, almendros y vides hasta llegar a Valjunquera. En total, el trayecto son unos 30 kilómetros con un desnivel de 176 metros. Si se realiza a pie el tiempo estimado es de unas 7 horas. 3 si se recorre en bicicleta.
Otra de las rutas populares en Matarraña es la de los túmulos. Unas construcciones megalíticas que eran utilizadas como monumentos funerarios durante los siglos VII y VI a.C.
Los buitres leonados de Valderrobres
Los buitres leonados de Valderrobres son uno de los principales atractivos del turismo rural en Matarraña. Para poder verlos podemos acercarnos hasta el observatorio de aves Más de Buyol. Allí es donde está el proyecto levantado por José Ramón Moragrega, más conocido como buitreman.
Este vecino comenzó a dar de comer a unos pocos buitres que merodeaban por la zona en los años 90. Actualmente, todas las aves de esta especie que se encuentran por la zona acuden a él para alimentarse.
El espectáculo es asombroso, aunque las reglas para poder disfrutar de él son muy estrictas pues todos los buitres leonados que se pueden contemplar en el observatorio son salvajes, están en libertad.
Los sabores de Valderrobres
Los alrededores de Valderrobres ofrecen ingredientes esenciales a la cocina local: almendras, olivas, melocotones y miel. Productos que se complementan muy bien con la tradición cárnica de Matarraña en la que destaca el estofado de cordero ternasco de Aragón y el cordero a la Pastora.