Parece Baleares, pero este paraíso de aguas cristalinas está en un pueblo de Teruel

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02.08.2025

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La Pesquera de Beceite. Por StockPhotoAstur.
La Pesquera de Beceite (Teruel). Por StockPhotoAstur.

Existen pocas tentaciones tan potentes como la del chapuzón en aguas cristalinas. En verano se pone a la altura de un vaso lleno de la bebida refrescante favorita, un ventilador a la máxima potencia o la sombra que proveen los árboles de un bosque. Por suerte, en mayor o menor medida, todas son asequibles (quizá no para disfrutarlas todas a la vez, pero sí por separado). Para darnos un baño solo hace falta desplazarse a algún lugar adecuado como, por ejemplo, las piscinas naturales de La Pesquera de Beceite, en Teruel

La Pesquera de Beceite

Este espacio natural situado en la comarca del Matarraña nació por obra del río Ulldemó que, a base de fluir durante años, años y más años, terminó por crear estos accidentes geográficos tan especiales. Su área llega hasta la confluencia con el río Matarraña y está incluida en el listado de zonas de especial conservación (ZEC) como Puertos de Beceite. Y también, aunque no sea una clasificación oficial, en el destino preferido de los exploradores de las mejores piscinas naturales del país, también conocidas como tolls en catalán.

Piscina natural de La Pesquera de Beceite. Por jocaja.
Piscina natural de La Pesquera de Beceite (Teruel). Por jocaja.

No hay pérdida para llegar a La Pesquera desde Beceite, ya que solo hay que seguir un camino asfaltado que parte del pueblo y transcurre entre cultivos y ambiente rural. Tres kilómetros después se llega a un punto de control y, desde allí, habrá otros cinco kilómetros. También es posible llegar a las pozas o tolls en coche, ya que el espacio dispone de 14 aparcamientos. 

La importancia de cuidar el entorno

La Pesquera es una zona que atrae a muchos turistas, así que durante la temporada de verano (del 21 de junio al 31 de agosto) es obligatorio pagar por el parking. Quienes se hospeden en la localidad o tengan allí su segunda residencia tienen descuento en el aparcamiento, previa inscripción en el ayuntamiento. También hay restricciones para caravanas durante esas semanas y el acceso con mascotas está prohibido. El resto del año deben ir sujetas, pueden entrar pero no meterse en el agua.

No está permitido pernoctar, montar carpas, pescar, hacer barbacoas ni usar bombonas de camping gas. Puede parecer que las normas son muy estrictas, pero la afluencia de gente durante las épocas vacacionales es muy grande. Como recuerdan desde el ayuntamiento: “Disfrutaremos del entorno y lo preservaremos para generaciones futuras. Es una responsabilidad de todos y todos debemos colaborar”. No hay réplica posible.

Poza de La Pesquera, en Beceite. Por GastroSenderismo.
Poza de La Pesquera, en Beceite (Teruel). Por GastroSenderismo.

El consistorio es muy consciente del tesoro natural que rodea la localidad y, por ello, ha elaborado un decálogo de turismo responsable, así como una normativa de comportamiento cívico en La Pesquera. Entre otras cosas, advierten del peligro de fumar, debido al riesgo de incendio, e informan de que en el entorno no hay retretes ni espacios habilitados para hacer pícnic. Es recomendable –por no decir esencial– llevar calzado como cangrejeras o escarpines para moverse entre las rocas de las pozas, así como usar protección solar (crema y sombrero) y agua para hidratarse. No hay tiendas o chiringuitos en los que comprar.

Para bañarse es necesario buscar la señalización azul que indica que la poza es apta para los chapuzones. Ninguna tiene la misma profundidad –por ejemplo, la de Capons es una de las más hondas– y hay que tener cuidado a la hora de saltar. Algunas apenas cubren pero sirven para refrescarse sentados en una piedra. No está nada mal, sobre todo para aquellas personas que no sepan nadar.

Qué ver en Beceite

La Pesquera de Beceite no es el único atractivo de este pequeño pueblo de menos de 600 habitantes que muchas veces se pone como ejemplo del ya célebre lema ‘Teruel existe’. Su origen se remonta a la Edad de Bronce, según las pinturas rupestres de la Fenellassa o Fenollosa, del 3.500 a.C. También se encontraron indicios de la presencia de los íberos en el territorio, así como de los romanos. Además, su nombre tiene origen árabe, pues viene del término Beit Zeid, que significa casa del Zayd. 

Puente de piedra de Beceite. Por kevers.
Puente de piedra de Beceite (Teruel). Por kevers.

En la Edad Media, entre los siglos XV y XVI, se construyó uno de los símbolos más importantes del patrimonio actual del pueblo: el puente de piedra. Gracias a sus 15 metros de altura se puede pasar sobre el río Matarraña, lo que favorece que la población esté comunicada en caso de que haya una riada fuerte. La fuerza del agua permitió a Beceite desarrollar la actividad económica que dio trabajo a sus vecinos durante dos siglos: la industria papelera.

Desde el siglo XV y, en especial, entre los siglos XVIII y XIX, la localidad fue una de las principales proveedoras de papel del país (suministraban este material a organismos tan importantes como la Real Fábrica de Tapices o la Real Casa de la Moneda) y llegó a haber nueve factorías en funcionamiento. La fabricación artesanal le daba una calidad superior a la de otros productores. Para ello, se usaban los ‘molinos papeleros’, cuyos engranajes se movían gracias al agua del río. Esta actividad terminó en 1978, con el cierre de la empresa de la familia Noguera, en cuyo edificio ahora hay una sala de exposiciones gestionada por el ayuntamiento.

Ruta del Parrizal de Beceite. Por GastroSenderismo.
Ruta del Parrizal de Beceite, en Teruel. Por GastroSenderismo.

La iglesia de San Bartolomé, que data del siglo XVII aunque está construida sobre un templo anterior del siglo XIII, es uno de sus principales edificios de su patrimonio sacro junto con la ermita de Santa Ana. De estilo gótico-renacentista, esta última se sitúa en los aledaños del puente de piedra, en el barrio del Arrabal. Cada 26 de julio se celebra allí su festividad, precedida de una novena.

En Beceite destaca otra maravilla natural más, además de La Pesquera. De hecho, es posible que sea aún más conocida: la ruta del Parrizal de Beceite. Un sendero de seis kilómetros (ida y vuelta) que transcurre junto al río Matarraña a través de pasarelas de madera y senderos naturales. En el camino se pueden visitar las mencionadas pinturas rupestres de la Fenellosa y admirar el cañón Els Estrets del Parrissal, que se encuentra al final del camino. 

Perfil Carmen López, periodista

Carmen López

Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.

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