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El 2024 fue un año muy importante para los pueblos de Aínsa y Mura, al menos en el plano de los galardones. No tantas localidades españolas pueden presumir de tener el distintivo Best Tourism Villages (mejores pueblos turísticos) que otorga ONU Turismo como ellas pueden hacerlo desde el mes de noviembre. Junto a su nombre también aparece el de Pals, que no entró en la lista pero sí en el programa Upgrade, por lo que recibirá asesoramiento del organismo para mejorar en este aspecto.
Con esta iniciativa, se premia el compromiso con la sostenibilidad y el esfuerzo por ser un destino de turismo rural reconocido. En la valoración se miden nueve aspectos: “Recursos culturales y naturales, promoción y conservación de los recursos culturales, sostenibilidad económica, sostenibilidad social, sostenibilidad ambiental, desarrollo turístico e integración de la cadena de valor, gobernanza turística, infraestructuras, conectividad, salud y seguridad”, dicen desde el Ministerio de Industria y Turismo.
Pero estos no son los dos únicos pueblos españoles que se encuentran en ese grupo, sino que en total hay una decena de representantes patrios. Son los siguientes:
Aínsa, Huesca (2024)
Este pueblo, que consiguió el distintivo de Best Tourism Villages en 2024, se encuentra en la comarca de Sobrarbe, en Huesca. De hecho, su nombre oficial es Aínsa-Sobrarbe porque en 1976 se unieron los dos municipios que lo componen. Ahora, el núcleo principal es la villa de Aínsa, pero tiene asociadas legalmente a otras 22 pequeñas localidades entre las que se reparten las 2.317 personas que conforman su población, según datos del INE.
Aínsa destaca por los restos de arquitectura medieval como su muralla, su castillo y la torre defensiva de Arcusa. Asimismo, también presenta la cruz cubierta, un monumento del siglo XVII que se construyó para rememorar la victoria de los cristianos contra los musulmanes en el siglo IX. Además, desde allí se puede acceder al parque cultural del río Vero y al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, imprescindibles para los amantes de la naturaleza.
Mura, Barcelona (2024)
Situado a 454 metros de altura sobre el nivel del mar, en la comarca barcelonesa del Bages, Mura es una puerta de entrada al Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y l’Obac. Su población es de 232 personas, que se pueden encontrar de paseo por las calles empedradas del centro (unas diez), que aún conservan su aspecto medieval. Algunas de las casas aún tienen la referencia al oficio para el que se utilizó en el pasado.
Mura tiene un importante pasado vitivinícola, que se puede recordar si se recorre la ruta de las Tinas, muy famosa en la zona. Otro recorrido que es muy popular es el que visita las fuentes más importantes –se dice que hay más de mil– como la del Foradot y la del Formatget. Al igual que Aínsa, Mura fue declarada una de las Best Tourism Villages por la ONU Turismo en 2024.
Cantavieja, Teruel (2023)
Declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico-Artístico en 1981, Cantavieja está llena de alicientes para los amantes de la arquitectura: la iglesia de San Miguel, del siglo XV; la iglesia de la Asunción, del siglo XVIII, que recuerda a la basílica del Pilar; la puerta medieval conocida como La Nevera o las casas señoriales, sin olvidar la plaza mayor porticada.
Se la conoce como la capital del Maestrazgo y está situada en un peñón a 1.300 metros de altitud sobre el nivel del mar. En la parte superior se conservan los restos de su castillo, como murallas y torreones. En el pueblo hay también un museo dedicado a las guerras carlistas del siglo XIX que tuvieron un protagonismo importante en la historia de la localidad. Además, Cantavieja forma parte del Camino del Cid.
Sigüenza, Guadalajara (2023)
Puede que Sigüenza sea uno de los lugares más conocidos –al menos para los fanáticos del medievo– sobre todo gracias a su catedral, que data del siglo XII. Su rosetón y la capilla funeraria de los Arce son sus dos estrellas, sobre todo la segunda referencia. Allí se puede ver el sepulcro de Martín Vázquez de Arce, el Doncel de Sigüenza, que aparece representado en postura recostada y con un libro abierto en las manos. No se sabe qué título lee y se han elaborado un montón de teorías al respecto, pero lo único veraz es que Ortega y Gasset la consideraba “la más bella figura fúnebre de España”.
Otra historia relacionada con el pueblo es la de Doña Blanca de Borbón, que vivió encerrada en el castillo de Sigüenza (que data del siglo XIV) por orden de su marido Pedro I de Castilla. El entramado de calles, la puerta del Hierro, el monasterio de las Ursulinas, la ermita del Humilladero y la de Santa María de los Huertos son algunos de sus otros lugares de interés. No es de extrañar que Sigüenza pasara a formar parte de la lista de Best Tourism Villages en 2023.
Oñati, Guipúzcoa (2023)
Situado al suroeste de la provincia de Guipúzcoa, en la comarca del Alto Deba, está rodeado de un entorno natural excepcional con la cueva de Oñati-Arrikrutz como uno de sus mayores representantes. En ella se encontraron restos de animales prehistóricos como el rinoceronte lanudo, ciervos gigantes o hienas de las cavernas, así como huesos de osos cavernarios. El esqueleto de un león de las cavernas es el hallazgo más importante del lugar, al menos hasta el momento.
El centro histórico del pueblo, calificado como Conjunto Monumental, tiene un gran número de edificios de interés como palacios, caserones o monumentos religiosos con cientos de años de antigüedad. La parroquia de San Miguel, del siglo XV y estilo gótico; la Universidad Sancti Spiritus, que es la muestra más importante del Renacimiento en el País Vasco o el monasterio Bidaurreta, del siglo XVI, son otros de los esenciales de Oñati. Sin olvidar, por supuesto, su gastronomía con el txakoli, la sidra y el queso Idiazábal como grandes estrellas.
Alquézar, Huesca (2022)
Situado dentro del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, en lo alto del pueblo se divisa imponente su castillo-colegiata. Tiene su origen en la fortaleza del siglo IX, que se construyó por orden de Jalaf Ibn Arad, de la que hoy se puede ver la muralla y las torres. En el siglo XI, el rey de Aragón Sancho Ramírez mandó edificar una iglesia románica de la que se conserva el claustro y, a día de hoy, hay una iglesia del siglo XVI consagrada a Santa María.
Entre los otros atractivos del pueblo, considerado Conjunto Histórico-Artístico desde 1980, está la plaza Mayor o el museo etnológico Casa Fabián. Y, por supuesto, las rutas que parten desde la localidad. Una de las más importantes es la que lleva a los abrigos rupestres Chimiachas y Quizáns, de dos periodos y estilos diferentes como el arte levantino y el arte esquemático. La UNESCO los ha declarado Patrimonio de la Humanidad.
Rupit, Barcelona (2022)
La historia de Rupit es curiosa. De origen medieval, hasta 1977 en realidad fueron dos pueblos: Rupit y Pruit. Después de la unión suponen un solo municipio pero con dos núcleos bien diferenciados, ya que el primero es el que aún conserva su pasado medieval, mientras que en el segundo lo que más abundan son las masías. Uno de sus elementos más famosos es el puente colgante que atraviesa una riera. Es tan bonito que parece un decorado, aunque es real. Se construyó en 1945 y, como curiosidad, no lo pueden cruzar más de diez personas a la vez o, al menos, no es recomendable.
La parte que recibe más visitas es, por supuesto, la medieval. Sus orígenes datan del siglo XII y sus calles aún mantienen el aspecto y el espíritu del pasado. Dos de los monumentos más destacados de la localidad son la iglesia San Juan de Fábregas, del siglo X; y el castillo de Fàbregues, situado a 800 metros de altura sobre el nivel del mar. Entre los puntos de interés relacionados con la naturaleza, destaca el salto de agua del Sallent, que se supone que es el mayor de Cataluña. Fue nombrado Best Tourism Villages en 2023.
Guadalupe, Cáceres (2022)
Si algo caracteriza a este pueblo extremeño es su impresionante Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, que la UNESCO reconoció como Patrimonio de la Humanidad en 1993. En un principio, en el siglo XII solo era una pequeña ermita, aunque un siglo después ya se había convertido en la ‘segunda iglesia’. En 1340, por mandato de Alfonso XI, ya se empezó a construir el monasterio que llega hasta hoy.
Uno de sus elementos importantes, más allá de sus curiosidades arquitectónicas, es la biblioteca en la que residen “ciento siete códices, de los cuales, noventa y siete son cantorales de gran tamaño, decorados con viñetas, o solo con orlas y algunas letras capitales”, también conocidos como Libros Miniados. Además, la imagen de Guadalupe es una de las vírgenes negras que reside en España.
Otros puntos de interés de Guadalupe son las casas porticadas, los arcos de la muralla como el del Chorro Gordo o el de las Eras, la casa de Gil Cordero, las 17 fuentes repartidas por el pueblo (todas de agua potable) o la galería mudéjar, entre otros muchos.
Morella, Castellón (2021)
Este pueblo tiene una lista de elementos de patrimonio histórico difícil de igualar, algunos de los cuales están considerados Bien de Patrimonio Mundial por la UNESCO. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, Morella conserva una muralla de casi dos kilómetros que aún tiene siete puertas –la de San Mateo, la de San Miguel, la del Rey (Jaume I), la del Forcall, Ferrisa, la Nevera y de los Estudios– y diez torres. Las paredes miden entre diez y 15 metros de altura y tienen un grosor de dos metros. En lo alto del pueblo se asienta el castillo, cuya plaza de armas (la parte más elevada) está a 1.072 metros sobre el nivel del mar.
Asimismo, también cabe destacar las pinturas rupestres de Morella la Vella y las construcciones de piedra en seco. Además, no se recomienda abandonar el pueblo sin haber probado sus peculiares croquetas, también conocidas como ‘croquellanas’, que tienen forma más bien triangular o de media luna. Son casi tan famosas como su muralla.
Lekunberri, Navarra (2021)
Situado en el valle de Larraun, a solo 40 kilómetros de San Sebastián, Lekunberri se caracteriza por las posibilidades de disfrutar de su entorno natural privilegiado. Por ejemplo, la vía verde del Plazaola, que tiene 60 km de longitud y se puede realizar a pie (los más atrevidos), en bicicleta o incluso a caballo. También están los parques Hirumuga Park y el parque de aventura Beigorri, cuya arboleda se puede recorrer en tirolina.
Asimismo, destacan las vistas que se obtienen desde el mirador de la Peña y las cuevas de Mendukilo, en la sierra de Aralar. Por supuesto, tampoco puede faltar una visita al santuario de San Miguel de Aralar, ni un paseo por su casco antiguo para admirar sus casas de piedra, algunas de las cuales datan del siglo XII.
Carmen López
Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.
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