9 pueblos que huelen bien

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12.05.2025

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8min. de lectura

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Cuando pensamos en una escapada, solemos imaginarnos paisajes bonitos, buena comida o tranquilidad y desconexión. Pero hay algo que muchas veces pasa desapercibido y, sin embargo, nos marca más de lo que creemos, el olor. Porque hay pueblos que huelen bien, y no es casualidad. Destinos con aroma a lavanda, a aceite prensado o a galletas recién salidas del horno.

En estos rincones el aire no es solo aire, es parte de la escapada. Así que, en este artículo nos dejamos guiar por la nariz para descubrir destinos que conquistan por el olfato. Una ruta sensorial que conecta con la memoria, despiertan recuerdos y se convierten en toda una experiencia.

Brihuega (Guadalajara): Lavanda

Campos de lavanda en floración en Brihuega (Guadalajara).
Campos de lavanda en floración en Brihuega (Guadalajara). Por Ayuntamiento de Brihuega.

En julio Brihuega no necesita presentación. Basta con asomarse a cualquiera de sus campos de lavanda para que el olor haga todo el trabajo. Durante varias semanas, el aire se llena de ese aroma inconfundible que mezcla lo floral con lo limpio y lo silvestre con lo elegante. Su ya afamado Festival de la Lavanda se ha convertido en uno de los eventos más fotogénicos del verano rural.

Así que, lo mejor es una escapada a esta villa de la provincia de Guadalajara para dar un paseo al atardecer entre las hileras de flores y recorrer su casco histórico. Y es que esta localidad, además de sus aromáticas plantas, es un testimonio vivo de la historia de España, ya que sus calles empedradas alberga edificios históricos de valor incalculable como sus iglesias, el castillo o la antigua Fábrica de Paños. ¿Te vienes?

Almáchar (Málaga): flor del Azahar

Pueblos que huelen bien: Almáchar, Málaga
Pueblos que huelen bien: Almáchar, Málaga. Por: Juan

Durante la primavera los pueblos blancos de la comarca malagueña de la Axarquía, como Almáchar, se envuelven en un manto invisible pero penetrante de olor a flor de azahar. Un aroma que lo impregna todo y que te acompañará por sus calles, plazas y cuestas imposibles, donde el tiempo parece haberse detenido. No hay lugares llanos, pero sí dos ríos y mil y una historias que te trasladarán a su pasado andalusí.

Por ello, Almáchar es mucho más que un olor. Esta encantadora localidad de casas encaladas ha conservado toda su autenticidad y se caracteriza por su gastronomía local, siendo la cuna del ajoblanco malagueño, un sopa fría hecha a base de almendras, aceite de oliva y ajo. Así que, una visita a este municipio es sinónimo de cultura, historia y buen comer.

Metauten (Navarra): Trufa

Trufa en Navarra
Pueblos que huelen bien. Por ylivdesign

En este pequeño pueblo navarro huele a trufa. Y es que Metauten es famoso por su Museo de la Trufa y por sus rutas micológicas que permiten descubrir este tesoro aromático y gastronómico. El olor de la trufa negra es intenso, terroso y ligeramente dulce. Pasear por los encinares en temporada, durante los meses de noviembre a marzo, y participar en una cata es una experiencia que se disfruta con el paladar, pero sobre todo con la nariz.

Más allá del aroma, Metauten te brindará la tranquilidad del Valle de Allín, una zona de verdes paisajes y casas de piedra donde la vida sigue el ritmo de las estaciones. Además, desde aquí también podrás hacer una excursión al cercano Parque Natural de Urbasa-Andía, donde se encuentra la espectacular Reserva Natural del Nacedero del Río Urederra.

Tazones (Asturias): Sidra

Pueblos que huelen bien: Tazones, Asturias
Tazones, Asturias. Por M. Perfectti

Tazones, con sus casas marineras y su precioso puerto pesquero, no solo huele a mar, huele a manzana fermentada y a sidra fresca. En sus restaurantes el sonido del escanciado se mezcla con el aroma ácido y chispeante de la bebida más asturiana que existe. Aquí el olfato juega un papel importante, ya sea en un llagar o en la mesa, la sidra anuncia fiesta, autenticidad y levanta el ánimo.

Además Tazones es, probablemente, uno de los pueblos más importantes para la historia de España, pues fue el primer lugar que pisó Carlos V, nieto mayor de los Reyes Católicos, al llegar a la península en 1517. Su casco histórico, conformado por dos barrios, San Miguel y San Roque, está declarado Conjunto Histórico-Artístico, y pasear por sus callejuelas empedradas entre casas de colores es como retroceder en el tiempo. Entre sidra y sidra, podrás disfrutar del mar Cantábrico, degustar una rica mariscada y respirar una atmósfera tranquila y marinera.

Cadaqués (Girona): salitre

Pueblos que huelen bien: Cadaqués, Girona
Cadaqués, Girona. Por pkazmierczak

Cadaqués es sinónimo de Mediterráneo, y eso se palpa en el ambiente. Su olor a mar, a salitre, mezclado con el perfume de las buganvillas y el pescado recién traído por los marineros locales es todo lo que necesitas para que tu escapada sea absolutamente perfecta.

Este pueblo de la Costa Brava fue refugio de artistas como Salvador Dalí, que encontró en su atmósfera algo más que inspiración, encontró esencia. Aquí el olfato es parte del viaje. Basta con perderse por sus callejuelas empedradas o sentarse junto al mar para entender que hay aromas que se quedan contigo para siempre.

Baena (Córdoba): aceite

Olivares de Baena, Córdoba
Olivares de Baena, Córdoba. Por joserpizarro

Nos escapamos hasta Baena, en la Subbética Cordobesa, para conocer uno de los grandes templos del aceite de oliva virgen extra. Durante la campaña de recogida, el aroma a aceituna fresca y al primer aceite del año impregna las calles, saliendo de las almazaras como Denominación de Origen propia.

Y es que en esta localidad el olor es identidad. Aquí se huele lo que se cultiva, se elabora y se celebra. Además, este municipio no solo es un deleite para la nariz, sino también una inmersión completa en el corazón olivarero de Andalucía para conocer su casco antiguo, coronado por el castillo y salpicado de iglesias y casas señoriales.

Aguilar de Campoo (Palencia): Galletas

Pueblos que huelen bien: Aguilar de Campoo
Aguilar de Campoo, Palencia. Por Siur

Aguilar de Campoo huele a galletas, literalmente. Y no es casualidad, pues esta villa palentina ha sido durante décadas uno de los principales centros de producción de galletas de España. Las fábricas de marcas míticas siguen operativas y según sople el viento, te dará la bienvenida con un agradable aroma tostado y dulzón. Parece como si alguien hubiera encendido el horno de una cocina gigante y estuviese haciendo repostería las 24 horas del día.

Por ello, se podría decir que es un pueblo que despierta antojos, y donde cada paseo se convierte en un recuerdo a los desayunos y meriendas de la infancia. Más allá de la anécdota, esta localidad dominada por los restos de su castillo y declarada Conjunto Histórico-Artístico, conserva numerosos puntos de interés (iglesias, casonas, palacios…) que seguro querrás descubrir.

Briones (La Rioja): vino

Pueblos que huelen bien: Briones, La Rioja
Pueblos que huelen bien: Briones, La Rioja. Por steftach

Para embriagarnos con el olor a vino, lo suyo es una escapada a La Rioja. Y Briones es uno de esos pueblos que huelen a vino incluso antes de pisarlo. Situado en el corazón de La Rioja Alta, este pequeño municipio de calles empedradas y casonas blasonadas está rodeado de viñedos, mires por donde lo mires.

Pero si tu visita coincide en otoño, el paisaje será aún más espectacular. Todo teñido de ocres y burdeos mientras el aroma a uva madura te invita a hacer un brindis. Incluso ese brindis lo podrás hacer en el Museo Vivanco de la Cultura del Vino, un lugar donde el olfato se convierte en guía para descubrir la historia y los secretos de este caldo milenario.

O Grove (Pontevedra): marisco

O Grove. Por: Joan Vadell
O Grove. Por Joan Vadell

Si hablamos de marisco, hablamos de O Grove. En esta localidad de la provincia de Pontevedra el aroma a productos del mar está por todas partes: en el puerto, en la lonja, en los bares, en las cocinas… Aquí el olor a navajas, almejas, percebes, mejillones y ostras no solo abre el apetito, sino que marca la autenticidad e identidad de un pueblo.

Así que, una buena mariscada antes de decir adiós es obligatoria. Eso sí, además de la gastronomía, O Grove es un destino muy completo, ya que cuenta con playas tan alucinantes como la de A Lanzada o con rutas de senderismo para conocer las Rías Baixas desde otra perspectiva.

Miriam Tejada

Miryam Tejada

Mi título universitario dice que soy licenciada en periodismo, pero realmente soy una todoterreno a la que le pilló la transición del mundo analógico al digital de pleno. Es decir, soy millennial, y eso lo que conlleva, según las habladurías, es que me dejo llevar y priorizo mi bienestar. O lo que es lo mismo, soy una apasionada de los viajes y las experiencias, del simple hecho de tomar unas cervezas entre amigas, organizar una buena comilona en la sociedad con sobremesa larga incluida o pasar las tardes en el parque con mis gemelos.

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