La Ruta de la Costa da Morte: 200 km a pie en dirección al fin del mundo
Escrito por
21.09.2025
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7min. de lectura
Playa de Nemiña, en la Costa da Morte (A Coruña, Galicia). Por ArCam
Índice
- Etapa 1: Malpica-Niñóns (21,3 km)
- Etapa 2: Niñóns-Ponteceso (27,1 km)
- Etapa 3: Ponteceso-Laxe (25,3 km)
- Etapa 4: Laxe-Arou (18 km)
- Etapa 5: Arou-Camariñas (23,8 km)
- Etapa 6: Camariñas-Muxía (32,6 km)
- Etapa 7: Muxía-Nemiña (25,3 km)
- Etapa 8: Nemiña-Cabo Fisterra (26,9 km)
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Cuando los romanos conquistaron la península ibérica, al llegar al extremo occidental de la actual Galicia, pensaron que no había más que agua. Era el límite del mundo conocido hasta el momento, ya que en estas latitudes se ignoraba la existencia de América. Por ese motivo, le pusieron a ese punto el nombre de finis-terrae, lo que hoy conocemos como Fisterra y por su apodo de “fin del mundo”. Para algunos, Fisterra es el final real del Camino de Santiago (especialmente para los que no lo hacen por motivos religiosos). Unos tres o cuatro días más de peregrinación. En cualquier caso, es una de las puertas de entrada más conocidas a una de las zonas más espectaculares y legendarias del litoral gallego: la Costa da Morte.
La mejor manera de conocerla de cerca y a un ritmo pausado, disfrutando de sus panorámicas, es recorrerla a pie. Existe una ruta, O Camiño dos Faros, que invita a descubrirla desde Malpica hasta Fisterra a través de 8 etapas (para hacer seguidas o los tramos que cada uno desee) que suman 200 kilómetros y que pasan por las históricas construcciones que guían a buen puerto a los navegantes. Que no os asuste el nombre de ‘La Costa de la Muerte’: se debe a los numerosos naufragios que han ocurrido en su salvaje franja marítima, pero caminando en tierra firme no tendréis que sortear las vicisitudes del oleaje.
Etapa 1: Malpica-Niñóns (21,3 km)

El faro del puerto de Malpica es el más pequeño del recorrido completo, pero no el menos importante ni el menos bonito. El primer tramo invita a conocer este hermoso pueblo marinero y pasa por caminos de pescadores que llevan a seis tranquilas playas con bahías, a tener diferentes perspectivas de las islas Sisargas y a contemplar los primeros acantilados de la Costa da Morte.
En la ruta hacia Seiruga tocará cruzar un pequeño río, por lo que hay que descalzarse y arremangarse los pantalones, si los llevamos largos. La mayor dureza del día está en el monte Nariga, que conduce al faro de Punta Nariga. Un esfuerzo que vale la pena porque descubre un entorno mágico.
Etapa 2: Niñóns-Ponteceso (27,1 km)

Si queréis contemplar una gran diversidad de paisajes, deberíais hacer, al menos, esta ruta. Comienza en ensenadas y calas solitarias para proseguir por los acantilados del cabo Roncudo, la ría de Corme-Laxe, atraviesa el monte da Facha para llegar al puerto de Santa Mariña y continúa por un sendero exigente de vistas impresionantes que cruza la pequeña aldea de Rondudo. Esta villa marinera posee una arquitectura popular con base en la misma piedra, para adaptar las casas a los vientos y temporales costeros.
La ruta acerca al faro Roncudo, donde es posible ver a las percebeiras jugarse la vida para conseguir ese preciado manjar en temporada -la recogida suele ser entre octubre y abril-. También discurre por la desembocadura del río Anllóns, para acabar con las dunas de A Barra, un kilómetro de desierto que tiene gran importancia ornitológica, y por tierras de cultivo.
Etapa 3: Ponteceso-Laxe (25,3 km)

Es un bonito día en la Costa da Morte para los amantes de la historia y de la naturaleza. Comienza en la ensenada da Insua y recorre pinares para coger la senda do Anllóns, que es un paseo precioso de tres kilómetros durante el cual se pueden contemplar diferentes aves que tienen su hábitat en el estuario.
Esta etapa invita a conocer antiguas carpinterías de ribera que todavía perviven, así como dos joyas arqueológicas como son el Castro A Cibda y el Dolmen de Dombate. El sube y baja constante acerca al caminante hasta el monte Castelo, con grandes panorámicas de la ría de Corme y Laxe.
Etapa 4: Laxe-Arou (18 km)

Se dice que esta caminata es la más riquiña, que es como los gallegos llaman cariñosamente a las cosas -o personas- agradables. Es la etapa más corta y fácil, ideal para los que quieren dar un bonito paseo sin complicaciones y con peques en la Costa da Morte. Pasa por el monte da Insua y el faro de Laxe, sube al peñón de Soesto y recorre un espectacular tramo de rocas hasta Camelle, donde es interesante visitar el museo de Man, una colección de piedras, huesos de animales y artes de pesca de la zona.
Etapa 5: Arou-Camariñas (23,8 km)

Nos adentramos en el corazón de O Camiño dos Faros y de la Costa da Morte. Esta ruta es de las más bonitas de todo el recorrido y de los mejores ejemplos de esta parte del litoral gallego, ya que es muy abrupta y está llena de historia. Entre Arou y cabo Vilán ocurrieron varios naufragios de barcos de la marina inglesa entre los siglos XIX y XX que dieron origen a la leyenda del lugar, provocando cientos de muertos en el mar. Pasando el pequeño puerto de Santa Mariña está la playa de Trece y el Cementerio de los Ingleses.
Etapa 6: Camariñas-Muxía (32,6 km)

Esta es la ruta más larga de O Camiño dos Faros, pero también es cierto que es la más llana (hay que decir que también es la que más asfalto tiene). Pasa por paisajes suaves y preciosas aldeas, y por tranquilos arenales en la desembocadura del río Grande, donde es posible ver trabajar a mariscadores si hay marea baja (es zona rica en berberechos).
El camino prosigue por la espectacular playa do Lago hasta llegar a Muxía, otro destino cada vez más conocido por los caminantes jacobeos. Asciende al monte Corpiño y pasa por el santuario da Barca.
Etapa 7: Muxía-Nemiña (25,3 km)

Esta es la jornada más dura del camino de la Costa da Morte, la más indicada para los que busquen un tramo agreste y casi inaccesible. Los primeros 10 kilómetros presentan constantes subidas y bajadas desde Lourido hasta Moreira, con fuertes pendientes. El esfuerzo del día se ve recompensado con una ruta espectacular que pasa por el punto más occidental de la España peninsular, el faro Touriñán, donde muchos días al año se pone el último sol de Europa. Acaba en la playa de Nemiña, de entorno virgen.
Etapa 8: Nemiña-Cabo Fisterra (26,9 km)

Nos dirigimos al final de la travesía por la Costa da Morte con una ruta que no defrauda, repleta de acantilados y playas. Es una etapa larga y con cierta dureza, pero merece la pena. Visita la desembocadura de la ría de Lires, la más pequeña de Galicia y un verdadero paraíso ornitológico, y otros puntos de interés como la playa do Rostro. Podremos descubrir historias como las del naufragio del Casón, un carguero de productos químicos que sufrió un accidente en 1987, o visitar el castro marítimo sin excavar de Castromiñán y, por supuesto, el fin (¿del mundo?) en el faro Fisterra.
Si no queréis caminarlo todo, siempre podéis complementar alguna ruta de un día con una visita en coche al resto de faros y puntos de interés de la Costa da Morte. Aquí os dejamos una guía para conducir por este sobrecogedor litoral gallego. ¡A disfrutar!
Raquel Andrés
Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.
Me gusta viajar