Una casa rural para cada tipo de viajero

Escrito por
24.07.2025
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8min. de lectura
Finca Las Cuerdas. Antequera (Málaga)
No todos buscamos lo mismo cuando nos planteamos una escapada. Hay quien se decanta por un destino plagado de rutas de senderismo, quien solo quiere una hamaca y el sonido de la naturaleza para desconectar o quien se mueve por el estómago y no concibe una salida sin degustar los productos locales. Por suerte, el turismo rural lo abarca todo y más.
Por eso, en este artículo te proponemos algo diferente y divertido, encontrar el alojamiento perfecto según tu estilo de viaje. Hemos identificado algunos perfiles de viajeros y les hemos asignado casas rurales en lugares específicos para sus gustos: foodies, amantes de los pueblos bonitos, familias y muchos perfiles más. ¿Quieres descubrir cuál es tu estancia ideal?
Olazabal Azpikoa (Vizcaya)

No hay nada más foodie, y rural, que alojarse en el Valle de Atxondo con un objetivo claro: sentarse a la mesa del Asador Etxebarri, uno de los mejores restaurantes del mundo, con estrella Michelin incluida. Este paraíso gastronómico, en pleno corazón verde de Vizcaya, es el sueño de cualquier amante del buen yantar. Aquí, el chef Bittor Arginzoniz transforma ingredientes sencillos, muchos de ellos de productores y pastores locales, en platos alucinantes. Y es que, además, el entorno hace que la escapada sea aún más especial.
Te proponemos alojarte en Olazabal Azpikoa, un caserío de más de 300 años, actualmente reformado, situado en las faldas del monte Anboto, en el municipio de Atxondo. Sus apartamentos, totalmente equipados, cuentan con un total de 8 habitaciones dobles y 7 cuartos de baño, tienen una capacidad para 16-24 personas.
Casa Martín Ordesa Pirineos (Huesca)

Si eres de los que miden sus escapadas en kilómetros de rutas y botas gastadas, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido te hará feliz. Aquí, cada sendero parece diseñado para enamorar: saltos de agua, cañones, picos imponentes, vistas espectaculares, bosques… Desde la pradera de Ordesa hasta el Circo de Soaso y la Cola de Caballo, las opciones son infinitas y para todos los gustos y niveles.
Eso sí, lo mejor es cuando das por finalizada la caminata y cuelgas las botas en la Casa Martín Ordesa Pirineos, en el municipio de Sarvisé, en corazón del Pirineo y en la entrada al parque nacional. El silencio y la tranquilidad se apodera de tí y solo querrás disfrutar de estos apartamentos independientes de 4-6 plazas, especialmente diseñados para parejas y familias.
Casa Nueva (Asturias)

¿Eres de los que sueñan con apagar el móvil y que nadie te moleste? Bienvenido a Salas, el municipio asturiano conocido como la “puerta del Occidente”, con una rica historia que fascina a propios, turistas y peregrinos. Aquí no hay prisas ni ruido, solo prados, vacas, hórreos y murmullo de las montañas. Aquí hay tres Monumentos Nacionales en su casco histórico, que bien podrían ser 4 si los afamados “Carajitos del Profesor”, un dulce típico con un siglo de antigüedad, tuviesen tal consideración.
La idea es practicar turismo rural con calma y en el alojamiento de la Casa Nueva dedicarte a hacer lo que más te apetece: nada. Este será tu refugio para unos días de desconexión, una vivienda independiente unifamiliar con 300 metros cuadrados construidos. Dispone de un total de 6 plazas y cuenta con todo lo necesario para que tu estancia sea de diez.
La Calista (León)

Si lo tuyo es recorrer pueblos de postal, cámara en mano y sin perder detalle, Castrillo de los Polvazares te enamorará. Este pequeño tesoro leonés está considerado uno de los más bonitos de España, ya que su singularidad reside en la perfecta conservación arquitectónica, desde sus empedradas calles hasta las casas, de una característica piedra rojiza. Tampoco podrás dejar de entrar en alguno de sus restaurantes o mesones para degustar su famoso cocido maragato, que aquí se sirve al revés, se empieza por la carne y se termina con la sopa.
La Calista, en el municipio de Santa Catalina de Somoza y en pleno Camino de Santiago, te espera a la hora del descanso. Ofrece hasta 20 camas repartidas entre tres apartamentos, todos ellos equipados con todo tipo de servicios e instalaciones, para que disfrutes de unos días de calma y desconexión y visites las villas con encanto de esta bonita zona.
Casa Arnedillo (La Rioja)

Si viajas con niños, o con toda la familia, y buscas un destino que tenga algo para todos, Arnedillo es una apuesta segura. Este pintoresco pueblo riojano es famoso por sus aguas termales al aire libre, donde los pequeños de la casa, y los adultos, podrán darse un chapuzón en sus piscinas naturales de agua caliente. Además, esta localidad también cuenta con la Vía Verde del Cidacos, estupenda para recorrerla en bici o a pie.
Podrás acercarte hasta el Mirador del Buitre, un centro de interpretación y observación del Buitre Leonado o conocer de cerca el Barranco Perdido, un parque de paleoaventura en el municipio Enciso, donde los niños podrán seguir las huellas de los dinosaurios.
¿Qué te parecen las propuestas? Para no perderte ninguna, alójate en la Casa Arnedillo, un apartamento de reciente construcción disponible para hasta 6 personas. Cuenta con todo lo necesario para que tu estancia sea todo un éxito.
Casa Rural Isla de Cuba (Gran Canaria)

Si eres de los que llevan el portátil a cuestas y sueñan con cambiar la oficina por una terraza con vistas, Tejeda es tu lugar. Este precioso pueblo de Gran Canaria, a más de mil metros de altitud, combina buena conexión a internet con un entorno natural que te dejará sin palabras. Aquí puedes responder correos mientras contemplas el icónico Roque Nublo, símbolo de la isla, hacer una pausa para probar su repostería local basada en la almendra y, al terminar la jornada laboral, perderte por sus senderos.
Y para que este sueño se cumpla tan solo tienes que recurrir a la Casa Rural Isla de Cuba, un alojamiento completo con capacidad para 3 personas y con todo lo necesario para que tu estancia de trabajo y disfrute sea la mejor. Cuenta con una terraza con preciosas panorámicas, jardín y una zona de barbacoa, ¿qué más se puede pedir?
Casa Guillem (Lleida)

En cambio, si para ti una escapada perfecta incluye adrenalina y aventura, el Pallars Sobirà te va a encantar. Este rincón del Pirineo catalán es un paraíso para los amantes del turismo activo: rafting, barranquismo, escalada, esquí en invierno, rutas de bici o a caballo… Sus montañas y ríos son un parque de atracciones natural para quienes no saben estarse quietos.
Así que, elige las actividades que más te gusten y una vez practicadas la Casa Guillem, en el municipio de Tavascan, te dará la bienvenida. En esta antigua casa de piedra rehabilitada con hermosas vistas a la montaña y al pueblo podrás descansar. Consta de 8 dormitorios, todos exteriores, baños privados y todo tipo de prestaciones para niños: cunas, tronas, baberos…
Además, también te invitan a probar sus embutidos del Pallars, los quesos de cabra y oveja, la carne de ternera bruna del Pirineo o el trinchado de col. Una propuesta estupenda para recuperar fuerzas.
Finca Las Cuerdas (Málaga)

Y por último, si lo que te mueve es mirar hacia arriba y perderte en las estrellas, apunta Antequera en tu listado. Este municipio malagueño, famoso por su impresionante Torcal, ofrece uno de los cielos más limpios y espectaculares de Andalucía. Sus formaciones kársticas, su paisaje lunar y la tranquilidad de la noche convierten cualquier paseo en una experiencia casi mágica.
Desde aquí, las estrellas parecen más cercanas y las constelaciones más nítidas. Así que, el plan es durante el día explorar dólmenes prehistóricos, iglesias y miradores y por la noche alojarte en la Finca Las Cuerdas para disfrutar de un cielo estrellado. La casa tiene capacidad para 10 personas, cuenta con amplios espacios totalmente amueblados, donde pasar agradables veladas y ver preciosas puestas de sol.
Miryam Tejada
Mi título universitario dice que soy licenciada en periodismo, pero realmente soy una todoterreno a la que le pilló la transición del mundo analógico al digital de pleno. Es decir, soy millennial, y eso lo que conlleva, según las habladurías, es que me dejo llevar y priorizo mi bienestar. O lo que es lo mismo, soy una apasionada de los viajes y las experiencias, del simple hecho de tomar unas cervezas entre amigas, organizar una buena comilona en la sociedad con sobremesa larga incluida o pasar las tardes en el parque con mis gemelos.