Casa l'Auela

Ideal escapada de invierno

Elisabeth Samper

Al acabar el período de exámenes, fuimos a pasar un fin de semana a Torremanzanas y nos alojamos en la Casa de l'auela. La verdad es que pasamos un par de días de descanso y comodidad. El pueblo es bastante tranquilo y pequeño, pero puedes visitar sus antiguas calles, la iglesia, plazas y algún que otro comercio local. Los domingos hay un mercadillo, donde puedes adquirir artículos, ropa, comida... se ve la verdadera esencia del pueblo y la gente que lo habita. Hay montaña alrededor del pueblo y algunos caminos para hacer ruta. Más lejos hay otras montañas como la sierra de Aitana, aunque no fuimos en nuestra visita. El alojamiento fue perfecto. La casa está reformada y nueva. Una de las habitaciones que más me gustó fue el aseo principal, bastante grande y completamente reformado. La cocina bastante grande, así como equipada, al igual que el resto de habitaciones. Lxs propietarixs bastante implicadxs y preocupadxs por nuestro bienestar durante la estancia.

Casa y pueblo acogedores.

Carles De Borja

Hemos estado una pareja y una niña de 2 años. La casa, sin grandes lujos, no le falta detalle. Lo mejor la chimenea y poder asar carne en ella, gracias al equipamiento tanto de leña como de utensilios que facilitan los dueños. El pueblo nos ha sorprendido gratamente, podéis hallar en él comercios familiares donde encontraréis de todo. A destacar, por ser lo que más le ha gustado a nuestra hija, la visita a las gallinas, pavo real, gallo, caballo y pony que poseen los dueños. Tanto Sonia (la dueña) como su marido son unos excelentes anfitriones, que nos dejaron disfrutar de su mini granja, sin olvidar a su hijo Jesús que hizo de guía para nuestra pequeña hija. Os recomendamos visita el museo del turrón ubicado en Xixona. La calidad-precio es recomendable y por supuesto no descartamos volver.

Casa y trato inmejorables.

Ana Ar.

Aunque un poco tarde, me gustaría contaros nuestra opinión de Casa l'auela. La casa está en muy buenas condiciones y completamente equipada. Las habitaciones son acogedoras y tienen calefacción en todas para cuando llega el frío. La cocina cuenta con todos los complementos (ollas, microondas...) y los baños tienen toallas y papel higiénico (nosotras compramos y luego no hizo falta usarlos). El salón es amplio y tiene una chimenea que nos quitó el frío cuando estuvimos allí. Además disponen de Wifi y televisión. Los dueños de la casa son muy amables y volcados. Nos explicaron el funcionamiento de la casa y nos enseñaron el pueblo para localizar tiendas que nos pudieran hacer falta. Como anecdota, contar que nevó y cortaron todas las carreteras. La dueña nos ofreció quedarnos un día más en la casa sin cobrarnos. Al ver que podíamos irnos antes de que nevase más, decidimos salir cuanto antes y nos tuvimos que dejar toda la comida allí, pero la dueña se ofreció a bajar a nuestra ciudad para devolvernosla. Estamos muy contentas y no dudaríamos en repetir experiencia. Totalmente recomendables.