Un lugar mágico rodeado de naturaleza, paz y tranquilidad a 1.200 metros de altitud.
Unas maravillosas masías rústicas centenarias en plena naturaleza evocan una experiencia única, donde el tiempo parece detenerse y cada rincón cuenta una historia.
masía la parreta, una maravillosa masía con capacidad para alojar cómodamente a 30 personas. Puede reservarse la masía entera o dividirla en tres casas rurales con diferentes estancias totalmente independientes. .
- la morada:(18 personas) 9 habitaciones dobles, 3 baños completos, gran salón comedor con chimenea y barbacoa interior, cocina totalmente equipada, calefacción central en toda la casa, terraza y vistas al bosque.
- el refugio (8 personas) 4 habitaciones dobles, 2 baños completos, gran salón comedor con chimenea, cocina totalmente equipada, calefacción central en toda la casa, terraza y vistas a la montaña.
- el nido (4 personas). 2 habitaciones dobles, 1 baño completo, pequeño salón comedor con chimenea, cocina totalmente equipada, calefacción central en toda la casa, terraza y vistas a la montaña.
Pueden alquilarse de forma independiente, o todas juntas para grupos grandes de hasta 30 personas, todas las casas se comunican interiormente, y cada una tiene su cocina equipada, salón comedor con chimenea, sala de estar, habitaciones y baños.
Arquitectura con historia y encanto natural
construida con materiales autóctonos, la masía combina robustas paredes de piedra con vigas de madera a la vista, creando un ambiente cálido y acogedor. Cada rincón refleja la tradición y el carácter de la región, con detalles artesanales que cuentan historias de generaciones pasadas.
Naturaleza en estado puro.
Al salir, el paisaje no decepciona. Grandes montes se extienden en todas direcciones, ofreciendo rutas de senderismo y miradores que regalan vistas espectaculares. Aquí, la tranquilidad es absoluta: solo se escucha el murmullo del viento entre los árboles y el canto de los pájaros.
Una experiencia auténtica
Esta masía rural no es solo un alojamiento, es una puerta de entrada a la vida tradicional. Los visitantes pueden disfrutar de productos locales, explorar pequeñas aldeas cercanas o simplemente descansar junto a la chimenea, sintiendo el calor de un hogar con alma rural.
Ideal para una escapada romántica o un retiro en solitario, esta pequeña masía es un recordatorio de la belleza en lo simple y lo natural.