La Ojinegra

Asentado en una gran hoya rodeado de olivos milenarios, almendros y cereal, hace ya muchos años empezó a construirse Alloza, derivado de Allouza, nombre árabe que significa almendro.

Pueblo de gente dulce y acogedora que no dudan en mostrarnos sus quehaceres cotidianos y explicarnos esas curiosidades que se han empleado años y años. Disfrutando con los cinco sentidos, viviendo en contacto directo con lo que nos ofrece la tierra, elaboración del vino, recogida de la oliva, la almendra o participar en el pastoreo.

Entre sus casas, se encuentra La Ojinegra, una casa de labradores de 1880, convertida en turismo rural, pero sin modificar su estructura original, paredes de piedra y adobe, entramado de vigas y pequeños detalles en forja.

Hoy en día se pude disfrutar de sus estancias totalmente rehabilitadas con el sabor de antaño, disfrutar del ambiente rústico, escuchar los esquilos al marchar las ovejas, sentir el olor de la leña, gustar la comida al fuego, observar caer la tarde.