Un otoño repleto de experiencias auténticas en la Barcelona rural

Imagen de Un otoño repleto de experiencias auténticas en la Barcelona rural
Pere Sanz

A veces es necesario desconectar para volver a conectar. Alejarse de la gran urbe para reencontrarse con pueblos y entornos naturales en los que se vive a otro ritmo. Recuperar los sabores tradicionales, los de siempre, los que no van envasados en una bandeja de plástico. Sentir la autenticidad de nuestros orígenes. Barcelona es una provincia llena de autenticidad y que va mucho más allá de su Ciudad Condal, con zonas rurales inolvidables que combinan paisaje, patrimonio y gastronomía.

Imagen de Imprescindibles

Imprescindibles

Entre montañas teñidas de otoño y pueblos donde el tiempo se detiene, te esperan rincones con historia, sabores auténticos y paisajes que parecen sacados de un sueño.
Descúbrelos
Imagen de Experiencias gastronómicas

Experiencias gastronómicas

Entre aromas de pan recién horneado, mercados llenos de sabor y bosques que guardan el secreto de sus setas, la Barcelona rural invita a un festín auténtico de tierra y tradición.
Saborea
Imagen de Rutas de otoño

Rutas de otoño

Descubre bosques dorados, senderos históricos y cimas míticas. Con paisajes y leyendas que dejan huella.
Recorre

Descubre el otoño en la provincia de Barcelona

Con el otoño, los entornos naturales se tiñen de colores ocres y rojizos y es un momento mágico para hacer una escapada rural a pueblos con mucho encanto como La Pobla de Lillet, que combina toques medievales y modernistas, con la siempre llamativa impronta de Antonio Gaudí; Sant Quintí de Mediona, un municipio entre las viñas de l’Alt Penedés con un paraje natural sorprendente como les Deus, con grutas y agua abundante, o la posibilidad de ver la fiesta tradicional del Mata-degolla a mediados de noviembre. El sabor más rural está en Perafita, de paisajes bucólicos en el corazón del Lluçanés, y las personas más eremitas encontrarán refugio en el pueblo de Montseny, en medio de la montaña.

Para conocer más sobre los hechos de 1714, es interesante acercarse a Talamanca, en plena Sierra del Rossinyol. En Castellar de n’Hug hay que pasear por sus calles estrechas y empedradas, descubrir las Fuentes del Llobregat, donde está el nacimiento del río, y probar su croissant gigante de un kilo. Otro pueblo pintoresco, ubicado en lo alto de un acantilado, es Tavertet, en la comarca de Osona. Mura es un viaje a la Edad Media, con sus calles sin coches, y Rupit i Pruit un destino en el que ver dos pueblos en uno, separados por un puente colgante sobre una riera. El éxodo rural dejó prácticamente deshabitado Montclar, en el Berguedà, pero unos excursionistas enamorados de la zona le volvieron a dar vida y hoy es un curioso pueblo a visitar de 140 habitantes.

La Barcelona rural es sinónimo de experiencias gastronómicas genuinas y de la tierra. El mejor lugar para redescubrir los productos autóctonos son los mercados locales como el de pagès de la Colonia Güell, en el Baix Llobregat; la Feria avícola de la raza Prat, en el Prat de Llobregat; la Feria del Gallo de Vilafranca del Penedès (la única catalana con servicio de matadero); la Feria de la trufa de Centelles; la Feria del turrón de Cardedeu; o la Feria de la Coca y el Mató de Monistrol de Montserrat. Hablando de productos autóctonos, el otoño es un buen momento para ir a por setas en los bosques barceloneses. Aunque no te diremos las coordenadas exactas (¡eso es secreto entre boletaires!), sí algunas pistas para encontrarlas por el Parque Natural del Montseny, por la Sierra de Collserola o por la conocida comarca setera del Berguedà.

¿Cuándo fue la última vez que comiste un pan de verdad? El Lluçanès nos propone hacer la ruta del pan y del trigo “forment”, pasando por el Mas Terricabras de Oristà y por los hornos de Can Pujals de Sant Boi de Lluçanès o de Sant Adjuntori de Olost. Para más experiencias agroturísticas relacionadas con productos locales como los quesos, las castañas, la carne de pastoreo, las legumbres, el fuet o el aceite de oliva, te recomendamos consultar el amplio listado de la iniciativa Benvinguts a Pagès, una forma de adentrarse en primera persona en la Barcelona más rural y genuina.

Por último, os dejamos algunas rutas senderistas sencillas para descubrir los rincones más sorprendentes del interior de Barcelona, como la travesía pirenaica llena de historia “El Camino de los Buenos Hombres”, que sigue los pasos de los cátaros occitanos, que profesaban un cristianismo humilde; un paseo a orillas del Ter en la comarca de Osona; o hacer una de las rutas del vino de Subirats.

También puedes darte un baño de bosque en el hayedo de la Grevolosa, en la sierra dels Llancers; admirar el espectáculo otoñal del Parque Natural del Montseny, con infinitos itinerarios; o subir al mítico Monasterio de Montserrat desde Collbató, pasando por las Cuevas del Salnitre. Además, la Red de Parques Naturales de la Diputación de Barcelona ofrece experiencias guiadas en grupo por la naturaleza que combinan deporte y cultura, con explicaciones relacionadas con la historia, poesía, botánica, etc.

Imagen de Diputació Barcelona